Editorial

Editorial: ::: PREVISIBLE FINAL :::

La Primera Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior del Santa ratificó la condena que el Juzgado Unipersonal anticorrupción impuso a los responsables del escándalo “Cofi master”, como se conoció a las maniobras urdidas en el proyecto especial Chjnecas con la finalidad de favorecer a una empresa vinculada al entonces Presidente del directorio Wilfredo Anticona Villar.

En realidad la sentencia de vista ha confirmado en parte la resolución de primera instancia, pues ha convertido una pena efectiva en pena suspendida para un grupo de investigados, los cuales han salvado por muy poco de ir con sus huesos al penal de Cambio Puente como ya se había ordenado.

Este hecho fue uno de los tantos casos de aprovechamiento que se registró en el proyecto Chinecas en la época conocida como “red de corrupción”, cuando estuvo al frente del Gobierno Regional César Álvarez Aguilar y confió los cargos a gente que no perdió tiempo para emprender maniobras dolosas a fin de llenarse los bolsillos cuando se supone que su prisión era encaminar el proyecto irrigador.

En este caso que ha sido materia de la reafirmación de la sentencia condenatoria, muchos deben recodar que estalló cuando se puso al descubierto que el proyecto Chinecas había favorecido con procesos de selección a la empresa COFI MASTER, cuyo representante legal era Roberto Salinas Flores, el cuñado del presidente del Directorio de la misma entidad Wilfredo Anticona Villar, incluso, uno de los accionistas de esa empresa era Santiago Anticona Herrera, primo del mismo funcionario.

La tesis de la Fiscalía Anticorrupción que denunció el caso luego que se denunciara públicamente en los medios de comunicación se sustentaba en el hecho que en realidad la empresa era del presidente del directorio y que aprovechaba su condición para disponer que se le adjudiquen procesos de selección y verse favorecido con los presupuestos que se destinaban a ellas, a través del hermano de su mujer.

Sin embargo, tras las investigaciones que se hicieron a nivel del Ministerio Público y las audiencias del juicio oral, la Sala Penal sostuvo que está probado que Wilfredo Anticona Villar en su condición de presidente del directorio de CHINECAS, no observó las adjudicaciones directas de bienes (seis en total) otorgadas a favor de la empresa COFI Master Corporation SAC de su cuñado Roberto Wilfredo Salinas Flores.

Asimismo, la propia Fiscalía Anticorrupción ha establecido que de acuerdo al artículo 10 de la Ley de Contrataciones del Estado, la empresa COFI Master se encontraba imposibilitada para presentarse como postor en las licitaciones de CHINECAS, por cuanto su accionista fundador Roberto Salinas era cuñado y uno de los socios era su primo Santiago Anticona Herrera.

También se probó que la empresa COFI Master no cumplía con una serie de requisitos en los procesos en los cuales participó, sin embargo, extrañamente terminó siendo declarado ganador de la buena pro.

En base a estas conclusiones el Juzgado Penal unipersonal condenó a todos los investigados a cuatro años de pena efectiva, en la medida que concluye que existió colusión entre los ex funcionarios y los representantes de la empresa Cofi Master, incluido no solo el presidente de directorio que estaba ligado a los empresarios sino a los miembros del comité de adjudicaciones que pese a los incumplimientos de los requerimientos que determinaba la ley, entregaron la buena pro a la empresa.

Sin embargo, la instancia superior ha confirmado la sentencia condenatoria efectiva solo para los miembros del comité de José Edwin Zúñiga Pereda, Daud Miky Chávez Miranda y César Antonio Ucañán Ibáñez, ordenando su inmediata ubicación, captura e internamiento en el penal de Cambio Puente, mientras que para los demás sentenciados ha revocado la efectividad de la pena y ha establecido que cumplan la misma pena de cuatro años pero suspendida en su ejecución por el periodo de prueba de 3 años, bajo una serie de normas de conductas que deberán cumplir en forma obligatoria, bajo apercibimiento de ser revocada por una pena efectiva.

La prisión suspendida en su ejecución, fue dictada contra Wilfredo Anticona Villar, ex presidente del directorio; Arnulfo Eduardo Moreno Corales, ex gerente general y los proveedores de la empresa COFIMASTER, Víctor Wilfredo Soto Vásquez, Roberto Wilfredo Salinas Flores y Santiago Anticona Herrera, estos último, cuñado y primo del primero.

Asumimos que sus motivos tuvieron los magistrados superiores para hacer este deslinde, lo cierto es que con este fallo se cierra otro de los capítulos de la negra historia de corrupción que vivió Áncash entre los años 2007 y 2014, cuando no existía procesos de selección ni licitación que no se encuentre motivado por el pago de diezmos o comisiones por lo bajo, en donde no predominen los compadrazgos y los privilegios a la gente del entorno de quienes accedían a los cargos.

Hay que tener en cuenta que no es la primera condena que la Corte del Santa impone a los ex funcionarios del proyecto especial Chinecas, por el contrario, ya antes se condenó a los involucrados en la compra de calaminas y en otro proceso por la adquisición de pinturas, inclusive, está pendiente el caso del uso indebido de las camionetas para apoyar un paro regional, juicio en el cual está involucrado el ex presidente regional.

Y es que el proyecto irrigador se constituyó en la verdadera “caja chica” de los “comandos” que tomaron la institución desde el primer día que llegó a la región César Álvarez e hicieron escarnio de sus presupuestos, muchos no deben olvidar las denuncias anónimas de jóvenes a los que se les recortaba sus pagos como parte del “favor” de haberlos contratados, el carrousel de los vales de gasolina y hasta el fraude de los comprobantes de pagos para sacar recursos de servicios fantasmas.

Esta es la consecuencia del absoluto relajo que dejó a Chinecas en lo que es hoy, un proyecto que no avanzó un centímetro desde hace más de dos décadas, un emporio del aprovechamiento político del cual hasta la fecha no se sacude. Que aquellos que asumen las riendas de este proyecto tomen como ejemplo estos fallos condenatorios pues es el previsible final que tienen los que solo llegan a servirse de los cargos públicos.