Editorial

Editorial: ::: OPORTUNA RECAPTURA :::

El ultimo sábado, cuando en los medios de comunicación preparábamos el cierre de edición, llegó una repentina noticia desde la capital de la república que daba cuenta, nada menos que, de la captura de Rubén Moreno Olivo (a)”Goro”, el denominado sicario de la red de corrupción de Áncash en la gestión del ex presidente regional César Álvarez Aguilar.

La información oficial del Ministerio del Interior daba cuenta que la detención del delincuente fue el resultado de una eficaz acción conjunta entre la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri) de la Policía Nacional; y de la Dirección Nacional de Inteligencia (Digimin).

El citado delincuente, de acuerdo a la misma fuente oficial, estaba escondido en una vivienda ubicada en la urbanización Mariscal Gamarra, en el distrito de Los Olivos y hasta esa vivienda llegó en horas de la tarde un equipo especial de inteligencia de la Policía Nacional cuyos miembros lograron capturar al prófugo delincuente.

En realidad, el rankeado delincuente no estaba fuera del país y menos aun en alguna provincia, ni siquiera había podido salir de Lima y lo único que había hecho es burlar el arresto domiciliario y dirigirse hasta una vivienda que había sido alquilada por su suegra.

De acuerdo a lo que se ha escuchado hasta anteanoche, el delincuente había llegado a la vivienda en la que fue detenido, es decir, al distrito de Los Olivos, el pasado 25 de Junio, lo que quiere decir que antes, desde el 13 del mismo mes, había sido llevado por sus cómplices a diversos inmuebles de los distritos de Lima, aprovechando que en ese ínterin nadie sabía de su fuga y no era intensamente buscado aun por las autoridades.

De esta manera ha terminado el capítulo de la fuga de uno de los sicarios más buscados del país y ha cesado, por el momento, las angustias de la joven Fiorela Nolasco, la hija del asesinado ex consejero regional Ezequiel Nolasco Campos, quien sentía fundados temores por su vida con este delincuente en las calles.

Sin embargo, aun cuando el “Goro” ya se encuentra tras las rejas es evidente que todavía quedan muchas responsabilidades por deslindar y muchas sanciones por imponerse a quienes resulten los culpables de este lamentable desenlace que torpedea la sed de justicia de los peruanos.

Y es que ya está demostrado que la liberación del “Goro” no ha sido producto de una omisión del registro de una condena y menos del descuido de algún burócrata resentido del aparato estatal, por el contrario, tuvo muchos implicados, partiendo del solo hecho que se trataba de un condenado por la justicia que, bajo ningún concepto debería haber salido del penal de “Piedras Gordas”.

Aquel solo fue el pretexto para que le abrieran las rejas de “Piedras Gordas” y luego se harían los desentendidos para decir que burló el control policial del arresto domiciliario, cuando ahora se sabe que jamás hubo tal restricción domiciliaria.

Justamente, ayer por la mañana la congresista Yeni Vilcatoma de la Cruz ha mostrado a la prensa las resoluciones que se relacionan con este hecho y que ponen al descubierto que nunca hubo necesidad de verificar la existencia de una condena en el sistema informático judicial, pues la advertencia estaba en la misma resolución.

Y es que el Juez Richard Concepción Carhuancho, consciente de la situación jurídica del “Goro”, advierte en su propia resolución que decreta el arresto domiciliario que este sujeto arrastraba una condena vigente de 25 años de cárcel, en otras palabras, los funcionarios del INPE no tienen como justificar el desconocimiento de aquella condena, como lo hacen al señalar que no había sido registrada en los archivos informáticos del organismo penitenciario, como alegan.

Esto no era necesario porque en el mismo documento que recibían con la orden de arresto domiciliario, se señala que este sujeto tenía una condena de 25 años de cárcel efectiva, lo que quiere decir, que los funcionarios del INPE estaban imposibilitados de ejecutar el mandato judicial de arresto domiciliario que se había expedido de pleno derecho pero que resulta inejecutable a la luz de la propia resolución del Juez.

Infortunadamente, como lo explicaron la mañana de ayer, el funcionario apeló al registro de condenas, sin embargo, si en este caso el registro era defectuosos y leia en la resolución que el juez decía que había una condena, lo menos que podrían haber hecho es solicitar una previa verificación y se habrían percatado que, en efecto, no tenían por que cumplir el arresto domiciliario porque el propio magistrado les estaba diciendo lo que tenían que hacer.

Es evidente que quien no se equivocó jamás fue el presidente del Poder Judicial Dr. José Luis Lecaros, quien desde un primer momento, desde que se hizo la pública revelación de la indebida liberación y fuga de “Goro” señaló al Instituto Penal penitenciario como el responsable de este escándalo judicial y el tiempo le dio la razón.

El propio ministro del interior ha querido justificar el pésimo accionar de su personal que no ejecutó el arresto domiciliario al señalar que el Juez no había dispuesto una vigilancia permanente, lo cual ha quedado establecido que no es cierto, que el juez sí lo ordenó y que la Policía no cumplió.

Aun cuando el Presidente de la República Martín Vizcarra busca por todos los medios que no se desestabilice su gabinete ministerial, es evidente que en este caso existe por lo menos dos ministros de estado que deben dar un paso al costado, que son los responsables políticos de esta liberación ilegal y fuga del delincuente Rubén Moreno Olivo, no se pueden pasar por alto las impudicias de malos empleados que han traicionado la confianza hasta de su propio superior.

Apenas se reconoció la fuga de “Goro”, el Ministerio del Interior y de Justicia ofrecieron una atractiva recompensa por información de su paradero, prometió nada menos que 100 mil soles por su cabeza y ha hecho hasta lo indecible para capturarlo, pues es evidente que se siente responsable de todo lo que ha sucedido en torno a este caso. Lamentablemente, ha permitido que el capturado lance temerarias acusaciones hacia la congresista Yeni Vilcatoma, cuando ha sido ella su tenaz perseguidora y quien ha demandado permanentemente medidas efectivas contra los corruptos que se levantaron en peso la región Ancash. Eso no se debe permitir.