Editorial

Editorial: ::: DELACIÓN INEVITABLE :::

El último fin de semana fue capturado Javier Menacho Méndez, ex gerente de Desarrollo Urbano de la Municipalidad Provincial del Santa, en la gestión de la prófuga ex alcaldesa Victoria Espinoza García, quien se mantenía al margen de la ley desde el 04 de julio del año pasado.

Un año y un mes se mantuvo en la clandestinidad y lo hizo en su propio domicilio de la segunda cuadra del jirón Derteano, hasta allí llegó la Policía luego que recibiera información de una persona que se acogió al régimen de recompensa por ofrecer información idónea de los delincuentes más buscados del país.

De esta manera, Menacho Méndez fue conducido al establecimiento penal de Cambio Puente a efectos que cumpla con la condena que se le impuso en el caso de los “semáforos inteligentes”, de cuatro años de carcelería efectiva, sanción que recibió junto a la ex alcaldesa Victoria Espinoza y Julio Cortéz Rojas, quienes se mantienen como prófugos, así como con Micaela Florez Gomez, quien el pasado mes de Julio fue capturada en el distrito de El Porvenir, de Trujillo, en donde estaba ocultándose en la vivienda de unos familiares.

Así como Micaela Flores, la captura de Menacho Méndez fue consecuencia de una delación de gente que lo llega a reconocer e identifica el lugar donde se oculta, en este caso es evidente que el ex funcionario cometió un error al mostrarse dentro de su vivienda siendo reconocido por alguien que no vaciló en acceder a tan jugosa recompensa por dar información de su paradero.

Y es que este régimen de la clandestinidad es sumamente riguroso, el prófugo debe no solo buscar el lugar apropiado para no ser ubicado, sino que debe asumir que su posición es la de un fugitivo, por tanto, si ha optado por ocultarse en su propia vivienda, lo que debe evitar es que alguien lo vea en el inmueble.

Cuando ello ocurre la familia tiene que cargar con esa responsabilidad, ni siquiera puede permitir visitas, mientras que el requisitoriado no puede salir ni siquiera a una ventana por que puede ser identificado por terceros.

Al parecer, esto es lo que ocurrió con Javier Menacho Méndez, buscó tomar aire o se confió demasiado y ello fue suficiente para que la Policía obtenga la información y solicitara una orden judicial de allanamiento con descerraje para poder aprehenderlo a sabiendas que estaba en el interior.

Este fue el final de Javier Menacho quien, consciente de lo que estaba ocurriendo, no puso oposición al trabajo de la Policía y deseaba que su traslado al Penal se hiciera los más pronto posible en la medida que no deseaba perturbar a sus familiares que estaban conmovidos por lo que estaban viviendo.

Sin embargo, esta escena de la aprehensión de Menacho se veía venir, todos sabían que tarde o temprano terminarán tras las rejas y es por esa razón que muchos no entienden la decisión de los prófugos cuando deciden ingresar a la clandestinidad a sabiendas que todo el tiempo que se mantenga en esta condición se perderá cuando lo detengan y solo entonces comenzarán a contabilizar una pena en el Penal.

Lo que ha sucedido con el ex funcionario es lo mismo que ha sucedido con todos los prófugos que finalmente han sido detenidos por las autoridades, es decir, que si bien siguen cargando con un encarcelamiento voluntario sobre cuatro paredes, no soportan la presión de hallarse encerrados en un mismo lugar y buscan nuevos aires, desean estirar las piernas, tal como ocurrió con Micaela Flores que cansada de mantenerse en una vivienda, decidió salir a las calles a caminar y respirar aire puro, sin embargo, esa es una actitud desafiante para alguien que se encuentra con una orden de captura sobre sus hombros y le costó la libertad.

Alguien que la pudo identificar decidió recurrir a las autoridades y dar cuenta de su paradero consciente que se hará merecedor de una recompensa, por ello es que la Policía no necesitó de una orden adicional para aprehenderla pues verificó que la prófuga salía siempre a la calle y caminaba algunas cuadras.

Este detalle es el que ha traicionado a la mayoría de prófugos que a la fecha han sido capturados gracias al régimen de recompensas establecido por el Gobierno, un sistema que pone a los requisitoriados en los ojos de todo el país.

Y es el mismo tratamiento que seguirán los casos de la ex alcaldesa y su entonces gerente municipal Julio Cortez, quienes se mantienen a la fecha como prófugos de la justicia pero cada vez más acorralados que nunca, ellos ya saben desde lugar donde se encuentran que sus co sentenciados fueron aprehendidos y eso pesa mucho más psicológicamente en cada uno de ellos.

Ahora Menacho Méndez ha sido trasladado al penal de Cambio Puente, desde el ultimo 09 de agosto ha comenzado a computarse los cuatros años de carcelería que le esperan aun cuando podría tratarse de una pena más amplia, quizás el doble.

En efecto, en estos días será incorporado al juicio oral que quedó pendiente por el “Caso Nehalem”, aquel que ya ha sido calificado por la justicia contra otros dos acusados que han sido condenados a penas de ejecución suspendida pero que pone de manifiesto que existe responsabilidad. Esta sentencia ha sido ratificada por la Sala de Apelaciones, de allí que se presume que en este caso los ex funcionarios ediles recibirán otra pena, la cual en caso de confirmarse se sumará a la que ya están cumpliendo en el presidio.

Visiblemente demacrado y envejecido, arrastrando males de salud, fue hallado Javier Menacho, no sabemos si ocultarse de la justicia ha sido la mejor decisión pues ha perdido un año que muy bien pudo haberlo ya descontado en el penal.

Para quienes hemos seguido de cerca este y los demás procesos penales que se han seguido contra la ex alcaldesa y sus ex funcionarios por delitos de función, éramos conscientes que esto es lo que iba a suceder, que el derrotero judicial estaba echado para ellos, sin embargo, se aferraron a una idea errada de hacer frente a los cargos y eludirlos con la clandestinidad en caso fueran condenados. Ahora ya sabemos que hay una delación inevitable, una información que tarde o temprano llega a las manos de la Policía y que termina con el perseguido tras las rejas. Solo faltan dos más para que se cumpla con la orden judicial de internamiento en el Penal. Todo indica que será así.