DATEROS
En realidad nos sorprende que a la Policía Nacional no le llame la atención el hecho que los delincuentes que asaltan en la modalidad de “marcas” cuenten con valiosa información en relación a sus víctimas. Y es que cuando han seguido a sus víctimas desde que salen de los bancos siempre se ha dudado de la transparencia del servicio que reciben en la entidad bancaria en la medida que son los terminalistas los que saben cuánto dinero llevan los clientes, empero, de un tiempo a esta parte los “marcas” saben más que ellos. La Policía aduce que estos maleantes se hacen pasar como clientes y están observando cuanto dinero sacan las personas en las ventanillas, entonces de allí viene su nombre porque “marcan” a sus víctimas y las persiguen. Sin embargo, a muchos se les hace dudoso el origen de ese vasto conocimiento de los delincuentes y anteayer ha quedado reflejado en el asalto perpetrado por estos delincuentes contra dos empleadas de la red de farmacias Inkafarma, quienes fueron despojadas de 15 mil soles que era el producto de la venta de dos tiendas en las cuales trabajan. Ocurre que el asalto se produjo en el taxi que contrata la empresa para recogerlas y llevarlas hasta la entidad bancaria, entonces los delincuentes saben que las dos trabajadoras salen con dinero y lo que hacen es seguir al taxi. Pero en este caso, ¿Cómo saben que estas dos empleadas llevaban 15 mil soles si allí no han “marcado” ninguna ventanilla?. Tal parece que en este caso los delincuentes recibieron otra clase de información, de quienes no solo sabían que sacaban una cuantiosa suma para llevarla al Banco sino que tomaban taxi en cada uno de sus puntos de venta. Es evidente que en estos casos se requiere de trabajo de criminalística, hay cosas que son tan evidentes que cuesta creer que gente profesional en el manejo de estos casos no pueda ver más allá de sus ojos. El jefe de la División Policial debe demandar a sus unidades especializadas que profundicen las pesquisas porque este parece ser otro caso de “dateros” que se asemeja a ese título que dice “durmiendo con el enemigo”.
NO CEDER
La Presidencia de la Corte Superior de Justicia del Santa dio a conocer la semana pasada que la tranquilidad se había recuperado en la vecina Provincia de Corongo, en donde el atacado Juzgado de Paz Letrado había reanudado sus actividades y se estaban recomponiendo los expedientes incinerados. Inclusive, señalaron que con la necesaria celeridad personal del organismo jurisdiccional había repuesto las computadoras y mobiliario que fueron brutalmente destruidos. Este es el colofón de la asonada que promovieron comuneros de Huallcallanca, anexo de Corongo, cuyos miembros no tuvieron la peor idea que reaccionar ante un fallo judicial adverso de manera irracional, haciendo alarde de violencia y actuando en turba, es decir, sin que nadie pudiera detenerlos o controlarlos, ni siquiera los pocos efectivos policiales del puesto policial que allí existe. Asumimos que el titular de la Corte solo se ha referido al aspecto institucional pues es evidente que la denuncia penal y las acciones legales contra los promotores de esta asonada aún continúan. Lo que preocupa es que los comuneros hayan llegado a lanzar amenazas contra el juez y el fiscal de la zona y los hayan emplazado a salir de lugar, pues hasta donde se sabe la Corte del Santa ha remplazado al Juez y el Secretario judicial, mientras que el Ministerio Público habría hecho lo mismo con el fiscal. Así las cosas. quedaría la impresión que se hizo lo que los comuneros querían. Esperemos que el caso no quede impune y se sancione con todo el peso de la ley a los responsables.
QUINTOS
El Ministerio de la Mujer y poblaciones vulnerables ha dado a conocer las cifras estadísticas relacionadas con el número de agresiones contra mujeres que se han acreditado este año en las diversas dependencias policiales y organismos de protección y defensa de la mujer. Y en ellas se aprecia que la Región Áncash se encuentra en el quinto lugar entre todas las ciudades del país que encabezan este registro de agresiones a las mujeres. Es realmente una cifra preocupante que debe merecer la preocupación de las autoridades competentes. Se hace necesario trabajar en educación, los colegios no cuentan con psicólogos cuando la presencia de estos profesionales se hace necesaria a efectos de controlar los cuadros de menores que son víctimas de actos de violencia y quedan con traumas que al no ser tratados en ese momento se convierten en un serio problema cuando llega a la adultez. De nada vale que se incremente el número de denuncias cuando lo que se requiere es que ellas no existan porque se tiene que erradicar la violencia. Esa es la tarea.