INTERVENTORA
Acusamos recibo de la carta que remite la interventora judicial del hospital La Caleta, Julia Jaquelina Ruiz Chávez, quien se refiere la información publicada en nuestra edición del pasado jueves 07, señalando que es totalmente falso que se haya opuesto a que se firme un vale para la compra de alimentación para un recién nacido, pues ella no se encuentra en Caja el día de la recaudación y solo toma conocimiento al día siguiente, por lo que exige la rectificación de lo expresado. Aun cuando en la carta que nos remite se refiere a otro medio de comunicación, es evidente que la interventora no ha leído bien la información publicada por lo menos en nuestro medio. En ella no dice que se opuso a la firma de un vale, se afirma que se opuso “a la compra” de la alimentación un día después cuando cuestionó al Tesorero del hospital por haber tomado dinero que está sujeto a embargo y lo amenazó con denunciarlo al poder judicial. Ahora bien esta aseveración no ha sido inventada o creada por los medios de comunicación, si lee detenidamente la nota advertirá que en ella se cita a la fuente de la información y señala que responde a una nota de prensa enviada por la oficina de imagen del mencionado nosocomio. Consecuentemente, nuestro medio no tiene nada que rectificar, en todo caso si la remitente quiere rectificar esas citas periodísticas que lo haga a quienes las proporcionaron. Si ella es abogada debe saber que esto funciona así.
MUDANZA
Apenas el comisario de Buenos Aires había advertido la preocupante estadística que ha encontrado respecto a la delincuencia en su jurisdicción, en la cual se rescataba el hecho que hay dos robos perpetrados por semana por ciudadanos venezolanos, y un nuevo hecho delictivo sorprende en Nuevo Chimbote, se trata de una verdadera “mudanza” que hicieron un grupo de delincuentes en una vivienda de la Urbanización Casuarinas. La propietaria apenas había salido por 45 minutos con la finalidad de recoger a su hijo a un instituto ubicado cerca a la Plaza Mayor, lo que quiere decir que no se alejó mucho. Lo cierto es que el lapso fue suficiente para que el grupo de delincuentes haga de las suyas. Esto quiere decir que estos maleantes están al acecho, están reglando a los vecinos de Nuevo Chimbote y lo hacen desde los parques, desde los paraderos, desde cualquier punto en el que van tomando nota de las rutinas de las personas. Es imperativo que el Comisario comience a perseguir a estas bandas que una semana antes, en “Golfo Pérsico” había perpetrado hasta 10 robos de viviendas. Esperemos pronto pongan a estos maleantes tras las rejas.
MARCAS
Pero si de seguimientos se trata, ya es tiempo que la Policía ponga en marcha una estrategia para perseguir a los delincuentes conocidos como “marcas” que están asaltando a su regalado gusto a los clientes de Bancos que realizan importantes retiros de sumas de dinero. Lo que se necesita es identificar y ubicar a estos maleantes para hacerles el seguimiento respectivo, en otras palabras, se requiere de trabajo de inteligencia para poner al descubierto su “modus operandi”, si se trata solo de sujetos que se hacen los locos en los ambientes de espera de los bancos para “marcar” a sus víctimas que salen con gruesas sumas de dinero o si es que estos maleantes cuentan con cómplices teniendo en cuenta que tienen información privilegiada. Lo cierto es que este último atraco registrado el último sábado es el plagio de los muchísimos que se han perpetrado en nuestra ciudad, de allí que la policía requiere ser más inteligente y valiente que estos delincuentes para dar con ellos y enviarlos al Penal de Cambio Puente. La población se siente impotente frente a estos delincuentes que terminan llevándose miles de soles que los empresarios se ganan con mucho esfuerzo y lo hacen apenas en unos cuantos minutos, haciendo uso de armas de fuego, muchas veces amenazando de muerte y otras golpeando a las víctimas para que les entreguen el dinero. Es imperativo que se haga algo contra una modalidad delictiva que se repite semana a semana, que se dibuja con impresionantes características similares y no exista posibilidad alguna que la Policía pueda impedir estos atracos. Quienes hemos vivido en carne propia estas miserables experiencias sentimos que la impunidad de estos delincuentes llama poderosamente la atención.