Editorial

EDITORIAL ::UNA NUEVA TRAGEDIA::

Cuando los chimbotanos no terminábamos aun de lamentar la terrible tragedia que acabó con la vida de un joven trabajador de una fábrica de hielo, nuevamente las noticias nos consternan por el deceso de una trabajadora de una conservera, aquellas a las que denominan fileteras, cuando realizaba su trabajo en el interior de una planta conservera en el vecino distrito de Coishco.

Pascuala Sernaqué Alburquerque, de 51 años de edad, perdió la vida en plena jornada laboral, al resbalar dentro de las instalaciones fabriles y caer sobre una mesa en la que se golpeó la cabeza, perdiendo el conocimiento.

Pese a que fue trasladada a un centro asistencial, los médicos certificaron que llegó cadáver, el traumatismo encéfalo craneano que había padecido por el fuerte golpe era bastante grave y ello conllevó a la muerte.

Como suele suceder en estos casos, el cuadro familiar de la mujer era dramático, es madre de una niña y fue abandonada por el marido, de tal suerte que ahora serán sus familiares quienes se encarguen de la menor, mientras que esperaban que los gastos de sepelio los asuma la empresa porque ellos carecen de recursos.

Tal como ocurrió en el hecho anterior del fallecimiento del trabajador de la fábrica de hielo, la Superintendencia de Fiscalización laboral (SUNAFIL) acudió apenas un día después a las instalaciones fabriles y realizó una inspección a efectos no solo de establecer como se registró la muerte, que es estrictamente un trabajo policial, si no para conocer las condiciones en la que laboraba la occisa y si contaba con los medios y equipos de seguridad que son apropiados para la labor que estaba realizando en esas instalaciones.

La autoridad verificó que la empresa se ubica en la Av. Villa del Mar N° 760 en el distrito de Coischo, en donde funcionan tres empresas, las cuales serán investigadas, como son Pesquera B Y S S.A.C., empresa Servicios Industriales Coishco y la empresa Inversiones Hatun Fish SRL, todas ellas de los mismos propietarios.

Se verificó que el empleador directo de la trabajadora Pascuala Sernaque Alburquerque fue Servicios Industriales Coishco, a quienes se les ha exigido que presenten toda la documentación relacionada a la contratación de la servidora y otros documentos sobre seguridad industrial.

Este es un trámite indispensable a la luz de los últimos acontecimientos registrados en el interior de los establecimientos industriales, mas aun cuando se vienen registrando una serie de hechos que dejan victimas que lamentar, de allí la necesidad de establecer si estos hechos se producen como consecuencia de la negligencia de las personas o por omisiones de las obligaciones laborales.

Hay que tener en cuenta que mujeres como Pascualas forman parte de un importante segmento de la industria conservera en nuestra jurisdicción, son personas adiestradas para el pelado y deshuesado de las especies que se utiliza en el proceso productivo como son la anchoveta, el jurel o la caballa.

Su pericia es tal que permanentemente se ha reclamado que se les reconozcan mejores condiciones de trabajo, no solo en materia salarial que se maneja de acuerdo a jornales o volúmenes de especies trabajadas, sino en lo que se refiere a su indumentaria que es indispensable en lugares como esos en donde el agua y la sanguaza invade los pasillos y las mesas de trabajo y es fácil que se resbale sino se cuenta con botas apropiadas.

Se estima que esta ha sido la causa de la muerte de Pascuala Sernaqué, un mal paso, el resbalón y la infortunada caída sobre una mesa golpeándose fuertemente la cabeza, un hecho casi atípico pero que, aunque pocos lo crean, cabe en el mundo de lo posible, al extremo que se ha llevado una vida en el momento que sus familiares seguramente más la necesitaban.

De allí que es importante y trascendental que las autoridades deslinden responsabilidades, que se determine exactamente las circunstancias de este accidente de trabajo, pues hasta el momento a muchos le cuesta creer que una mujer pueda perder la vida por un resbalón que lo puede sufrir cualquiera.

Esto es imperativo en la medida que en las calles se suele escuchar las quejas de decenas de mujeres dedicadas a esta labor por las difíciles condiciones en las que se ven obligadas a trabajar, la indiferencia de los empresarios a dotarlas de ropa de trabajo y los bajos salarios que se paga en esta actividad, al extremo que no han sido pocas las ocasiones en las que han realizado sus protestas y plantones en el exterior de los centros fabriles, inclusive, exponiéndose a medidas radicales de despido a los que apelan los empresarios cuando se realiza esta clase de quejas públicas.

Todo indica que Pascuala ha sido una víctima mas de ese desdén y maltrato que se les endilga a estas sacrificadas mujeres que, en la mayoría de casos, se ven precisadas a aceptar porque tienen carga familiar que atender, a pesar que la actividad a la que se dedican tiene un importante rendimiento económico y beneficia a los empleadores en un margen considerable en comparación a otras actividades laborales.

Por ello es importante que de una buena vez las autoridades deslinden esos comentarios que han colocado siempre a los empresarios del sector pesquero como abusadores, mientras que aquellos se ufanan ante las máximas autoridades del sector de representar a la fuente de empleo de mujeres que carecen de un ingreso en sus hogares, una disyuntiva que muchos advierten que no es tal sino solo un pretexto de los empresarios para justificar los reclamos de las trabajadoras.

Tal como ha ocurrido con la trágica muerte de Michael Orlando García Llauri, quien falleció cercenado por una máquina trituradora de hielo, que la muerte de Pascuala Sernaqué no quede únicamente en el libro de anécdotas de la autoridad policial y laboral, que se investigue las causas de este deceso y que se demande que las empresas corrijan los defectos que han motivado esta nueva tragedia en una planta conservera. Es imperativo que se afiancen los protocolos de seguridad especialmente en estas instalaciones que realizan actividades en donde se impone las medidas preventivas y las precauciones para evitar mas muertes.