Editorial

Editorial: ::: LA VOZ DEL PUEBLO :::

Como para que nadie se atreva a decir que se trata solo de un grupo de personas, la semana pasada cientos de pobladores de varios Pueblos Jóvenes de la zona este de la ciudad, salieron a las calles para demandar la construcción del Hospital El Progreso, en los terrenos en donde a la fecha se levanta el centro de salud.

Los manifestantes llegaron, premunidos de banderolas y lanzando arengas, hasta el frontis de la Municipalidad Provincial del Santa para expresarle al alcalde Roberto Briceño Franco su absoluto respaldo ante la decisión que ha tomado para la reubicación de los comerciantes del Mercado Progreso hacia el P.J. La Victoria.

Los pobladores entienden que esta medida es la mas adecuada para que se haga realidad el Hospital El Progreso en razón que es la condición que se requiere para que el Ministerio de Salud pueda lanzar el proceso de licitación que permitirá seleccionar a la empresa que se encargará de su construcción.

No se puede soslayar que ya se ha concluido el local de contingencia que es el que albergará al mobiliario y personal de la Posta de Salud a efectos que siga brindando atención médica a la población, ellos serán acondicionados en el local comunal en donde se ha levantado una infraestructura que, en el futuro, luego que se culmine el hospital y la posta se traslade al mismo nosocomio, quedará como propiedad de la población de El progreso.

Esta manifestación nace de la necesidad que tienen dirigentes de consolidar el proyecto del Hospital en la medida que se ha visto peligrar en tanto que los comerciantes del Mercado Progreso se han negado a retirarse del lugar, por el contrario, tal como reaccionaron ante la propuesta del cambio de giro, tampoco aceptan la reubicación, lo que quiere decir que la intransigencia e intolerancia de estas personas está poniendo en serio peligro el financiamiento de esta esperada obra.

Por ello es que esta suerte de posición radical y obstruccionista ha motivado a que el alcalde no encuentre otra fórmula que la reubicación del mercado y lo hace sin necesidad de echarlos a la calle, como podría haber ocurrido, sino planteando alternativas interesantes que aliviarán esta reubicación.

El alcalde está transfiriendo un terreno para que sea de propiedad del mercado, ha gestionado una línea de crédito en la Caja Municipal para que puedan acondicionar sus puestos y ofrece el apoyo necesario para que se haga el traslado de manera pacífica, sin necesidad de apelar a la violencia.

Hay que tener en cuenta que el terreno donde se levanta el mercado progreso no es de propiedad de los comerciantes, es una propiedad de la comuna provincial y como tal los pone en la posibilidad de demandar el retiro de los ocupantes pero no lo hace porque necesita que los comerciantes no se perjudiquen y por ello les entrega un terreno en donde su negocio ya no se levantará en un puesto ajeno sino que será de su propiedad y podrá utilizarlo para afianzar su capital.

Esta es la gran ventaja que propone la Municipalidad y es la formula que han saludado cientos de personas que se movilizaron la semana pasada y quienes hicieron un llamado a la reflexión a los comerciantes que se mantienen en el Mercado Progreso, a efectos que analicen y evalúen el problema en su integridad.

Que no solo vean su interés en particular sino que entiendan que en el país se vive un grave problema por la deficiencia en el sector salud, de tal suerte que si nos están ofreciendo invertir 48 millones de soles para construir un nuevo hospital pero que éste solo puede edificarse en la medida que no exista un  mercado a la redonda, ellos tienen que cavilar este escenario y llegar a la conclusión que la mejor fórmula para el bien de ellos y de la ciudad es que se reubiquen y faciliten las cosas para que Chimbote tenga el esperado centro de atención que se merecen.

Los pueblos crecen y progresan gracias a las grandes decisiones de su autoridades y habitantes, en tal sentido los comerciantes deben hacer una reflexión y entiendan que la voz del Pueblo es la voz de dios, por lo tanto, si ha expresado en las calles su exhortación para que se reubiquen, entonces deben hacerlo. No se puede seguir en vacilaciones y menos perder más tiempo porque la otra parte del mensaje de la manifestación popular dice que si no es por las buenas, entonces esa evacuación debe hacerse por la fuerza porque no se puede permitir que se atropelle el principio de autoridad. Nosotros suscribimos esa posición.

EN FLAGRANCIA

Cuando se pensaba que los extorsionadores se habían concentrado en los transportistas y los choferes particulares a quienes asaltaban y exigían el pago de una suma de dinero para devolverle el vehículo, o. cuando solicitaban cupos para que puedan seguir en determinado comité, los chimbotanos comenzaron a advertir que estos chantajistas habían mudado a otra modalidad delictiva.

Se trata del viejo mecanismo del pago de “cupos” similares a los que hacían a los empresarios del rubro de la construcción y que ahora ha llegado cualquier chimbotano a quien le exigen el pago de unas determinada suma de dinero a cambio que no le hagan daño a sus hijos o familiares.

Todo indica que los maleantes han amasado fortunas “al ajustar” a empresarios que son mas proclives a ceder ante las amenazas que denunciar el hecho, sin embargo, de un tiempo a esta parte han dejado de lado los temores y vienen denunciando a los maleantes que los acechan.

La semana pasada la Policía ha capturado a dos sujetos en circunstancias que habían dejado un sobre amenazante al propietario de una Cevichería del A.H “Golfo Pérsico”, en la cual les demandaban el pago mensual de 5 mil soles sino quería que sus hijos paguen su indiferencia a estas demandas.

La Policía había obtenido información del área de Inteligencia sobre el accionar de estos delincuentes y pudieron detener a Kevin Darley Tafur Medina (23) y Ray Ramos Ramírez Piedra (21), quienes tenían un arma de fuego en su poder y habían dejado el mensaje extorsivo en el que se podía verificar de qué se trataba.

Es importante que la Policía se mantenga al acecho de estos delincuentes que ahora pasaban como mansas palomas, pero son en realidad sujetos muy avezados cuyo lugar es la cárcel y allí fueron a parar. Confiamos que la Policía seguirá tras los pasos de otras gavillas que operan con la misma modalidad.