“No estaba muerta, estaba de parranda”, es una frase coloquial que describe a una mujer que muchos pensaba que estaba desaparecida o enferma y se ausenta, pero cuando reaparece se conoce que estaba de fiesta.
Parafraseando aquella frase en nuestra ciudad podríamos decir “no estaba secuestrada, estaba de parranda”, para describir a la joven mujer que reapareció después que su madre sentara una denuncia por su desaparición y, para poder justificar esa ausencia, adujo que había sido secuestrada con una amiga y ella pudo escapar.
La historia había sido dramática en la medida que la Policía y la Fiscalía mostraron su preocupación por el paradero de otra supuesta joven que estaba en manos de desconocidos que la habían ultrajado y nadie sabía de su paradero, llegando al punto de temerse lo peor por el accionar de estos sujetos desviados sexuales que llegan a extremos para deshacerse de una mujer luego de haber satisfecho sus bajos instintos.
Este hecho ha sido protagonizado por una jovencita de 20 años de edad, quien es madre de una pequeña que había dejado al cuidado de su madre pero desde el día 12 de febrero que salió de su domicilio no regresaba.
Pasaron los días y después de 72 horas la madre presenta una denuncia por la desaparición de su hija, lo que hizo activar el accionar de la división especializada en secuestros, sin embargo, 8 días después, el 20 del mismo mes la joven reapareció y dijo a la Policía que no había necesidad que la busquen.
Sin embargo, llegó sumamente compungida a la sede policíal para revelar que el pasado 12 había salido con una amiga de nombre Brenda a la plaza Grau en donde fueron convocadas por un sujeto que a través de las redes sociales les ofrecían trabajo, por lo que acudieron a esta reunión,.
Empero, lejos de informarle de las característica y remuneración que tena el empleo que les estaban ofreciendo, la joven señaló que los desconocidos las llevaron a una vivienda de la urbanización La Caleta, en donde les dijeron que laborarían, razón por la cual era pertinente hacer el reconocimiento del inmueble.
Sin embargo, a decir de la denunciante todo no fue más que una mentira, pues ya en el mencionado inmueble las sometieron a las dos jóvenes y la mantuvieron secuestradas por espacio de 8 días, sin embargo, el día 20 de febrero, aprovechando un descuido de la persona que dejaban para custodiarlas, ella consiguió escapar y llegar hasta el domicilio de su madre, lo que no ocurrió “con su amiga Brenda”.
Ya en su domicilio, su madre le informó que había denunciado su desaparición pues estaba preocupada por ella sin que tenga noticias, la llama a su celular y no respondía, por lo que la jovencita le dijo que su aparato estaba sin baterías, lo que quería decir que lo tenía en su poder, una primera pista para desconfiar de su relato pues nadie que está sujeto a un plagio conserva su celular en su poder.
Ocurre que frente a la revelación de su madre que existía una denuncia por desaparición, la joven se vio en la necesidad de levantar esa providencia en la medida que ya estaba en su casa, incluso, fue su propia madre quien le pidió que acuda a la sede policial para explicar lo que había sucedido por que las autoridades continuaban buscándola.
Fue entonces que entregó el mismo relato a los investigadores, señaló que su amiga Brenda se mantenía en manos de los plagiarios y no sabía nada de su paradero, razón por la cual, lejos de levantar un cargo, lo que estaba haciendo es sumar una nueva denuncia que implicaba la inmediata movilización de los efectivos de la Policía y de la fiscalía en tanto que, supuestamente, otra joven de la misma edad estaba en serio peligro.
He aquí en donde se genera una primer a controversia al interior del Ministerio Público en razón que la denuncia fue derivada a la Fiscalía de turno cuando, por su propia naturaleza y por la gravedad de los hechos que había expuesto la jovencita debería haberse derivado a la Fiscalía de Trata de Personas para que se siga el protocolo que señalan las normas frente a estos casos.
Esto habría ameritado, inclusive, una queja formal ante el organismo de control, al margen de las pesquisas que ya se habían iniciado para entonces y que pondrían al descubierto el absurdo montaje que había promovido la muchacha, involucrando hechos graves y delitos inexistentes con la única finalidad de justificar su ausencia de su hogar por más de una semana.
Esto se descubrió luego que la Policía mostrara sus dudas frente al relato de la jovencita, la llevaron hasta la Urbanización La Caleta para que pueda reconocer el inmueble o por lo menos la calle donde se ubica la vivienda en la que se mantuvo por ocho días secuestrada, empero, sorprendentemente aquella no podía identificarla.
Dijo que no se acordaba como era a pesar que no solo estaba consciente cuando la llevaron sino que al escaparse del lugar debió haberse percatado donde estaba el inmueble, por lo que sus vacilaciones llevaron a pensar que algo estaba ocultando, y, finalmente consiguieron que diga la verdad.
No existía secuestro alguno, menos violación y sometimiento por varios días, no existía ninguna Brenda que se encuentre en las manos de plagiarios y la historia solo resultó ser un “cuento chino” promovido por la jovencita con la única finalidad de justificar su “escapada” con quien es su actual pareja, con quien se había divertido en su departamento todo ese tiempo y no tenía como decirle a su madre donde había estado.
Concibió una falsa historia de plagio y secuestro a partir de la mentira que le dijo a su madre que se iba a buscar un empleo con una amiga y sobre esa versión construyó una historia que estuvo a punto de dejar en vilo a toda la ciudad.
Esa es una grave irresponsabilidad, nadie puede levantar falsos cargos ante la autoridad, no se puede denunciar delitos que no existen, es un ilícito movilizar el aparato investigador de la Policía y el Ministerio Público a sabiendas que se trata de un hecho falso, eso se tipifica como un delito y es pertinente que la Fiscalía denuncie a esta jovencita para dejar sentado un precedente sobre la responsabilidad que debe tener un ciudadano ante la ley y la autoridad,. La denuncia falsa se tiene que castigar.