Editorial

EDITORIAL ::NO HAY QUINTO MALO::

Mientras que el alcalde provincial Roberto Briceño Franco hace denodados esfuerzos por solucionar el problema que impide la ejecución del hospital El Progreso, en Nepeña llegó la buena nueva de la habilitación presupuestal para el inicio del proyecto del hospital que esperaba este distrito.

Este ha sido el colofón de las exitosas gestiones que ha realizado en los últimos meses el acalde Pedro Carranza López, quien en reciente visita a nuestra ciudad reveló a la prensa que no solo se ha confirmado la ejecución del ansiado proyecto sino que el gobierno ha reconocido el trabajo que vienen realizando y por ello ha considerado al municipio de Nepeña como Unidad Ejecutora para la construcción de dicho hospital.

Esta es una gran noticia que se corroboró con la publicación del decreto supremo 021-2020-EF, mediante el cual se le transfiera al Municipio de Nepeña poco menos de medio millón de soles para los efectos que lance el proceso de selección para la Consultoría que permitirá elaborar los expedientes que sustentan esta obra.

Ya no estamos hablando solo de una promesa o de la habilitación de un proyecto, ya estamos hablando de una grata realidad cual es el primer y efectivo paso a la edificación del nuevo hospital, pues el Ministerio de Salud ya ha reservado el presupuesto para el futuro nosocomio de Nepeña que será de un nivel I-IV.

La construcción de un hospital en una jurisdicción que, pese a su antigüedad y productividad, hasta la fecha carece de servicios de salud efectivos, siempre es una estupenda noticia, más aun cuando desde el año 1970 cuando de destruyó el “Hospital Grande” que funcionaba en San Jacinto y que se instaló gracias a la inversión de la empresa extranjera que operaba en la producción de azúcar, los pobladores no han vuelto a contar con una adecuada atención de salud.

Apenas una posta de salud ha venido funcionando todos estos años y su capacidad de atención ya ha colapsado, peor aun cuando solo funciona 12 horas al día, desde las 7.00 de la mañana hasta las 7.00 de la noche, por lo que en ese distrito está prohibido enfermarse en horas de la madrugada.

Justamente, con el funcionamiento de un hospital habrían de superarse estas taras y así lo entendió el alcalde de Nepeña Pedro Carranza desde que asumió el cargo en enero del año pasado, decidió viajar a Lima, tocar puertas en los ministerios, apelar a los amigos que laboran en importantes carteras ministeriales y demandar el anhelado hospital que quieren sus lugareños.

Estas gestiones nadie las conocía sino hasta que comenzaron a tener resultados, hasta que el Ministerio de Salud entendió que Nepeña era una jurisdicción que debería contar con un hospital que se constituya en punto de referencia para muchos distritos a la redonda que cuentan también con servicios asistenciales limitados.

Por ello es que acogió el proyecto del vecino distrito, calificó su expediente y lo aprobó pero para que no lo hagan los organismos técnicos del propio Ministerio, sino para que la autoridad edil y los funcionarios de su pliego se encarguen de sustanciarlo a través de una Unidad Ejecutora que no se entrega así nomás en las reparticiones públicas.

Es evidente que el Gobierno ha advertido que el entusiasmo del alcalde Pedro Carranza no solo se hace patente en su permanente preocupación por este proyecto, sino en la experiencia que tiene en la administración pública, su paso por el mismo Municipio de Nepeña, por el congreso de la república y por reparticiones ministeriales como PROVIAS, lo califican para dirigir la ejecución de un proyecto tan importante.

Por ello es que ha decidido entregarle no solo la calidad de Unidad Ejecutora sino que le ha transferido los 498 mil soles que se necesita para llevar adelante la elaboración de perfiles y estudios que se requieren para lanzar la licitación pública a efectos de seleccionar a la empresa que pueda edificar este nuevo hospital.

El sueño comienza a hacerse realidad para los nepeñeros, seguramente  hay algunos que no calcularon la capacidad de gestión del alcalde y se apuraron en cuestionar su labor y promover un pedido de vacancia jalado de los cabellos.

Hoy nos sorprende a los Chimbotanos que el alcalde de Nepeña haya caminado mucho más rapido que otros, pues hasta hace unas semanas exaltábamos el avance de proyectos asistenciales que coronará un año muy importante para la provincia del santa, pues hasta ese momento existen cuatro proyectos de hospitales en marcha.

El primero y de gran envergadura es el hospital de alta complejidad de nivel IV de Essalud, el mismo que ha ingresado a la fase previa de la licitación a través del mecanismo de asociación público privado. Este proyecto se licitará a mediados de este año.

Luego está la remodelación total del hospital La Caleta, a construirse en terrenos del P.J. Dos de Mayo, el mismo que se encuentra en fase de elaboración de expedientes y próximamente se tendrá noticias de los siguientes pasos que dará.

También se encuentra en marcha el hospital El progreso, el mismo que ya cuenta con hospital de contingencia y con presupuesto habilitado y solo espera la reubicación de los comerciantes para comenzar a ejecutarse.

También se encuentra en camino la construcción del policlínico de complejidad creciente que se construirá en los predios de Domus Hogares, paralelamente al hospital IV y que es el establecimiento que remplazará al hospital I de Essalud en Nuevo Chimbote.

De allí que el hospital de Nepeña se constituye en el quinto proyecto que se comienza a ejecutar este año y que viene a consolidar la atención de salud en nuestra provincia, se sumará este grupo de obras ya en marcha que cambiará radicalmente la faz de los servicios de salud que son tan indispensables en la población.

Hay un sabio adagio que dice que “no hay quinto malo” y le cae como anillo al dedo al proyecto emprendido por el alcalde de Nepeña que, a diferencia de otros, ha conseguido la Unidad ejecutora, el presupuesto para la contratación de la consultoría que elabore los estudios y próximamente tendrá la licitación del proyecto a la vuelta de la esquina. A diferencia de otros proyectos, el de Nepeña depende solo de sus autoridades, no depende de otras personas, funcionarios o comerciantes. Esperemos que los cálculos no fallen al alcalde Pedro Carranza y que en estas semanas nos anuncie el siguiente paso de este gran proyecto que su comunidad aplaude.