Editorial

EDITORIAL: ::: VIRUS IMPORTADO :::

La Dirección Regional de Salud ha confirmado que el número de contagiados con coronavirus en nuestra ciudad se ha incrementado a seis, pues otras dos muestras analizadas por el Instituto Nacional de Salud dieron positivo, con lo cual ya son seis los infectados en nuestra jurisdicción.

Sin embargo, dentro de lo inquietante de esta información, lo que genera un poco de sosiego es que los dos nuevos infectados proceden de los mismos lugares de los dos primeros contagiados que se registraron, uno en Nuevo Chimbote y el otro en el distrito de Santa, para ser más específicos en el centro poblado de Tamborreal.

Esto es lo que deja entrever el comunicado oficial emitido por la autoridad de salud, pues señalan que en el caso de Nuevo Chimbote es una persona que tuvo contacto con su hermano que retornó de España hace 12 días, por lo que la zona de incidencia sigue siendo el cono sur de la ciudad.

De la misma manera, en el segundo caso si precisa que se trata de una persona que ha tenido contacto con la paciente que retornó de España a la localidad de Tamborreal y que contagió a su hija, la cual se encuentra internada en estado crítico en el hospital III de Essalud de Laderas del norte.

Esto quiere decir que los casos positivos que se han dado a conocer ayer responden al mismo núcleo en donde se ha concentrado este virus en nuestra provincia, en los dos lugares en donde las autoridades pusieron atención desde el primer día que se detectaron y en los cuales, inclusive, se han realizado labores de desinfección en las calles aledañas a las viviendas en donde residen esos pacientes.

Esto viene a corroborar definitivamente que en Chimbote no existen casos de contagio comunitario, por el contrario, lo que se ha reportado hasta el momento es un contagio de personas que han llegado a nuestra ciudad con el virus en el cuerpo, eran portadores que desconocían que habían sido contagiados pero que, a sabiendas que procedían de países en donde se había desatado la epidemia, debieron guardar una cuarentena voluntaria a efectos de no esparcir el mal.

Los familiares de estas personas debieron protegerse porque el retorno de un país contaminado debería haber propiciado una sospecha sin necesidad que exista algún síntoma o que una prueba que lo verifique.

Lo importante es que las acciones de las autoridades y las medidas del gobierno al decretar una cuarentena general, puedan encapsular y eliminar el virus en esos pacientes y en su entorno, que no se expanda y allí termine la emergencia por lo menos para esos casos que hasta el momento serían los únicos en nuestra localidad.

Desde un primer momento, tras decretarse la emergencia, se sabía que este mal llegaría del extranjero, no existía otra posibilidad, por ello el cierre de fronteras no solo llegó demasiado tarde sino que se debió recomendar y hasta exigir a los viajeros que entraron al país en los días previos a la emergencia sanitaria, que tomen sus precauciones,  que se mantengan en cuarentena voluntaria o que soliciten se les realice una prueba en la medida de su procedencia de lugares en donde ya se había desatado una epidemia y que en estos momentos atraviesan verdaderas tragedias por los miles de contagiados y miles de muertos que registran.

Fueron estas personas las que han llevado el virus a la comunidad, a los terminales terrestres, a los supermercados, a las calles y han generado un contagio en masa, como ocurre en la capital de la república en donde se concentran la mayoría de viajeros y por ello las cifras que allí se registran a diario crece en proporciones siderales a los que hay en provincias.

De allí que la única manera de controlar esta expansión ha sido con el aislamiento obligatorio, un régimen que hemos respetado la gran mayoría de peruanos pero que, por culpa de un grupo de irresponsables que han violado el aislamiento, se podría ampliar mucho más en lo que sería un serio perjuicio para familias, empresas y la economía nacional.

Estamos evidentemente ante un virus importado. Por lo menos el avance de la situación sanitaria de Chimbote y Santa así lo demuestra. Los casos se concentran en torno de aquellos que llegaron de España e Italia que son países que muestran un avance incontrolable de la enfermedad. De allí que debemos contribuir con el respeto a las reglas de juego establecidas por el gobierno para que ese virus importado desaparezca sin que amanece a los miles de chimbotanos. Es posible lograrlo, las experiencias en otros lugares así lo demuestran, faltan solo unos días para que ello pueda verificarse.