Editorial

EDITORIAL: ::: QUE NO SEA UN TROPEZON :::

Hace solo unos días, el Presidente de la republica, en sus acostumbradas conferencias de prensa del mediodía, evadió responder la pegunta lanzada por un medio de comunicación relacionada a la posibilidad de autorizar un bono de subsidio que comprenda a los jubilados de la ley 19990, que son la mayoría que existen en el país.

Lejos de descartar o manifestar que están evaluando esa posibilidad, el jefe de estado, trató de desviar esa responsabilidad de ayuda y asistencia a los hombres de la tercera edad a los Municipios de todo el país, afirmando que se les ha transferido más de 200 millones para que los califiquen y entreguen bolsas de alimentos a las familias más necesitadas entre las cuales se encuentran los jubilados y pensionistas del país.

Cierto es que esa no era la pegunta, empero, como se dice en el argot popular “el presidente se fue por la tangente”, buscó que sacar cuerpo de una responsabilidad que debería haberse incorporado en el primer punto de su agenda cuando abordó el tema de la asistencia social en la estrategia que aplica el gobierno ante la emergencia de coronavirus.

Y es que los Municipios pondrán en marcha el programa de asistencia con el reparto de bolsas de alimentos que se comprarán con los recursos que ha destinado el estado, pero no llevarán esa ayuda al segmento de la tercera edad, por el contrario, han establecido sistemas de trabajo que direcciona esta ayuda a los centros poblados mas pobres y necesitados, tal como ya lo han adelantado.

Sin embargo, desde ya se advierte una incongruencia entre los planes del gobierno y las municipalidades, pues se supone que ya el ejecutivo ha emprendido un programa de asistencia para los sectores pobres y de extrema pobreza, a través del subsidio que se ha entregado a casi tres millones de familias que se encuentran en esta condición.

Es el primer bono de 380 soles que se ha entregado a través el Ministerio de Desarrollo e Inclusión social (MIDIS) que elaboró un padrón de beneficiarios en el curso de los últimos años tratando de identificar a los sectores pobres y de extrema pobreza y para ello apeló al sistema de focalización de Hogares (SIFOH) que como muchos saben ese no se hizo de una manera transparente y honesta, por ello allí se encuentran muchas personas que no forman parte de esos segmentos.

De allí que la pregunta que se cae de madura es: Si el Gobierno ya entregó un bono de subsidio a este segmento del país ¿Cómo es que los Municipios apuntan a entregar las bolsas de alimentos a este sector? ¿No es acaso que se estaría duplicando un beneficio en detrimento de otros que, paradójicamente, no han recibido ayuda alguna del gobierno?

Si el presidente asegura que el gobierno contempla la expectativa que las bolsas llegarán a manos de los jubilados es porque considera que aquellos se encuentran en pobreza y extrema pobreza, y, ese no es el argumento que sostiene la petición a favor de los jubilados.

No todos los pensionistas se encuentran en los padrones municipales,  por ende, serán nuevamente ignorados por un Gobierno que se muestra generoso e indulgente con algunos pero nadie entiende su indiferencia y desidia para con los jubilados.

Decimos esto porque si existen víctimas potenciales del coronavirus en este momento, ellos son los jubilados y pensionistas, los hombres de la tercera edad que son mayoría de fallecidos por este virus debido a que su sistema imunológico es débil y sus defensas no pueden detener las nocivas arremetidas del COVID 19.

Esto es una verdad de Perogrullo, lo que quiere decir que para poder hacer frente a esta pandemia, los llamados “jóvenes del ayer” deben estar convenientemente medicados, deben estar debidamente alimentados y no lo podrán hacer con las irrisorias pensiones que reciben.

Hay quienes dicen que los hombres de la tercera edad deben recibir la ayuda de sus hijos, empero, estos también tienen sus familias, tienen sus propias obligaciones y los ancianos requieren de una atención especial.

Si los hombres maduros son los más proclives a ser víctimas mortales del coronavirus no se entiende cómo es que el Gobierno no solo los ha marginado de sus programas asistenciales y tampoco evalúa la posibilidad de ayudarlos cuando en su discurso se dice y repite a cada momento que hay que cuidar a nuestros pares y abuelos.

No sabemos hasta donde los Municipios podrán considerar a los jubilados en el proceso de entrega de bolsas de alimentos que se emprenderá en los próximos días, lo mas probable es que no los tomen en cuenta, de allí que aquellos se quedarán, como miles, al margen de una ayuda que, en este momento, es providencial para todos ellos.

La mayoría del país ha elogiado las medidas que vienen adoptando el gobierno para hacer frente a la pandemia del coronavirus, sin embargo, no se puede decir lo mismo de su trato a los jubilados de todo el país, esperemos que esto no sea un tropezón, que exista capacidad de enmienda y que se rectifique la línea política del gobierno para con este segmento.