Editorial

EDITORIAL ::CONTROL PERMANENTE::

El último lunes se ha realizado en el mercado “Dos de Mayo” el proceso de tamizaje a un numeroso grupo de comerciantes con la finalidad de establecer una muestra estadística de contagiados que existe en ese centro de abastos, a efectos de adoptar medidas preventivas pertinentes.

Esto forma parte del programa de intervenciones que ha realizado el Gobierno en 380 mercados de todo el país con el firme objetivo de atenuar y reducir los altos niveles de contagio que se ha registrado en los principales centros de abastos en todo el país.

Ello porque los mercados fueron identificados como focos infecciosos para la transmisión del virus en razón que registran un gran tráfico de personas, pues reciben miles de visitantes y muchos de los cuales no guardan distancia porque sencillamente muchos de ellos no cuentan con el espacio suficiente para respetar la medida de prevención, aún cuando en otros casos sencillamente la falta de disciplina y respeto de la gente los lleva a meterse por encima de otros para ganar tiempo cuando ello representa un serio peligro no solo para el sino para las personas que atropella con esa torpe actitud.

De allí que el Gobierno se decidió a llevar adelante ese programa de intervenciones con la finalidad de identificar cuáles son los más contaminados y ello lo conseguiría tamizando a los comerciantes, estableciendo si es que desde los propios puestos de venta comienza el contagio y se adopten medidas para evitarlo.

Por ello es que se ha hecho un muestreo, se tomaron pruebas rápidas a un promedio de 200 comerciantes y en función al número de contagiados se dispone la evaluación de todos los comerciantes, se ordena la cuarentena de los positivos y se autoriza la reanudación de actividades de los demás siempre y cuando acondicionen sus puestos con las medidas de bioseguridad.

Esto quiere decir que los mercados deben tener no sólo artículos de desinfección a la mano, como alcohol, agua y jabón, sino que deben utilizarse mascarillas y sus puestos deben contar con señalizaciones para respetar el distanciamiento y barreras de plástico con los cuales proteger sus productos y evitar el acercamiento de los compradores.

Se trata de protocolos sanitarios que en estos tiempos deben regir de manera obligatoria, consecuentemente, la intervención de los mercados no solo busca establecer cuantos comerciantes ponen en peligro la salud de sus comensales, sino que permitirá que los centros de abastos se acondicionen a estos tiempos de emergencia sanitaria y de la pandemia del COVID 19.

Lamentablemente, la primera experiencia en La Perla comenzó con una actitud negativa de los 25 comerciantes que dieron positivo a las pruebas rápidas, pues solo cuatro aceptaron seguir la cuarentena en un hotel contratado por el gobierno regional mientras que los demás quisieron hacerlo en su domicilio, con el grave riesgo que ello representa porque exponen la salud de sus familias y nadie los controlará si es que deciden salir a la calle.

Sin embargo, la dirigencia del mercado ha llegado a importantes acuerdos con la comuna para cumplir los protocolos y se ha mostrado dispuesta a amoldarse a estos tiempos de emergencia, acondicionando los puestos y cumpliendo los protocolos para proteger a sus clientes, con lo cual ha asegurado que pronto volverá a reabrir sus puertas.

Esto significa que las medidas que implementó el gobierno en los mercados, las cuales contaron con el apoyo y respaldo de los municipios y las entidades regionales, tuvieron el derrotero esperado, han permitido identificar a los comerciantes asintomáticos que no pueden seguir acudiendo a trabajar en esas condiciones y ha apresurado a los comerciantes para que implementen los protocolos sanitarios.

Esto ha sido importante y tiene que convertirse en una costumbre, es decir, que ese tamizaje no termine en esas dos jornadas de control sino que debe repetirse permanentemente, los comerciales tienen un tráfico comercial que involucra el contacto con el virus, de allí que, aun cuando ofrecen cuidarse meticulosamente, siempre será necesario realizarse las pruebas rápidas en otras ocasiones.

En tiempos de pandemia hay que adecuarnos a la coyuntura, hay que entender que en adelante esto pasará a formar parte de nuestras vidas hasta que se consiga destruir el virus con una vacuna pero para que ello ocurra pasará muchos meses más. Hasta entonces se necesita un control permanente en los mercados. Esperamos sea así por la salud y la vida de los asistentes y los propios comerciantes.