Editorial

Editorial ::ESTAR PREPARADOS::

Dos fuertes temblores registrados la semana pasada dieron lugar a la preocupación de los chimbotanos que recordaron los aciagos momentos del sismo del 31 de mayo de 1970, justamente unos días después que se recordaron los 50 años de dicho suceso.

Los movimientos telúricos alcanzaron casi 5 grados en la escala de Richter, lo que habla por sí solo de la regular intensidad que tuvieron y explica las razones del fuerte susto que dejo en la población, tal como lo revelaron los medios de comunicación.

Sin embargo, un detalle de estos fuertes temblores lo procuraron los epicentros en donde se generan, frente al mar de Chimbote, muy cerca de Samanco, lo que despertó la inquietud de nuestros periodistas que identificaron la zona del epicentro muy cerca a aquel que generó el terrible sismo de 1970.

De allí que la curiosa coincidencia recomendaba una consulta obligada a los expertos y quien más indicado que el presidente del Instituto Geofísico del Perú, Hernando Tavera, uno de los mas entendidos en esta materia en la medida que ha realizado muchos trabajos de investigación y los ha compartido a través de este organismos.

El especialista disipó nuestras dudas respecto a la cercanía de los epicentro y descartó cualquier probabilidad que ellos tengan que ver con la intensidad de los movimientos telúricos percibidos, por el contrario, dijo que ellos siempre se generan porque la costa del Perú se encuentra frente a las placas de nazca y sudamericana que están en constante movimiento y por ello es que se estima que existe la certeza que se registrará un sismo de gran magnitud que afectará a la toda la costa central del país.

Pero esta magnitud determina la intensidad del movimiento de la tierra, empero no provoca los serios daños que se observa en algunos países en donde se han registrado movimientos telúricos pues ello solo depende del hombre y de nadie más.

En tal sentido, se explicó que “el sismo solo sacude el suelo, si las casas no soportan ese gran movimiento, pueden colapsar y cuando lo hacen dañan a las personas. Entonces si construí mi casa con malos materiales, auto construida y sobre suelos no compactos, es mi culpa si colapsa y me causa daño, no es culpa del sismo”.

Aun cuando muchos consideren que esto es una exageración en realidad es la más absoluta verdad, hay muchas personas que por motivos económicos o por costumbre edifican sus viviendas por su cuenta, no apelan a los conocimientos de un profesional y menos a los cálculos que ellos saben hacer para la ubicación de las columnas y soportes que debe tener toda construcción.

Entonces, si nos encontramos con construcciones precarias, cualquier movimiento las traerá abajo, con mayor razón aquellos de mayor intensidad, no habrá manera de impedir que allí se registre una desgracia.

Es lo que ocurre, por ejemplo, en los desbordes y huaycos que se llevan y arrastran viviendas y animales porque los dueños construyen sus casas dentro del cauce de un rio que se secó y se redujo, pero cuya trayectoria sigue siendo la misma.

Quien levanta una edificación sobre terrenos que no son compactos, que tienen como antecedentes pantanos o lagunas, deben ser conscientes que mañana o más tarde, un movimiento telúrico puede poner en peligro, si es que no la destruye, esa propiedad, y, en ese sentido, en Chimbote se tiene que tomar conciencia que existen muchos sectores de la ciudad que se han levantado sobre bolsones de agua.

Lo mismo ocurre con aquellas obras que se ejecutan en la administración pública y se levantan con malos materiales, todos ellos son los que están en peligro de caerse y son los que generan las desgracias y las muertes; antes que el movimiento terráqueo, son las malas construcciones las que perjudican, como ocurrió en 1970 que encontró ciudades que tenían un gran porcentaje de edificaciones en base de adobe.

De allí que si los pronósticos de los especialistas indican que se registrará un sismo de gran magnitud, lo mejor es estar preparados, tomar nota de lo que señalan los conocedores y, al margen de las reacciones que se aprenden en un simulacro, las fortaleza de las construcciones y edificaciones es un tema que no puede soslayarse. Más vale prevenir antes que lamentar.