Opinión

PETRÓLEUM VERSUS ANCHOVETUM

Cierto es que el inglés va invadiendo cada día más nuestro idioma, hasta el extremo de que muchos vocablos son utilizados con toda normalidad en nuestras formas cotidianas de comunicación. Así pues una traducción literal del título de este artículo sería “PETRÓLEO CONTRA ANCHOVETA” cuando bien visto debería ser otra. La traducción de “PETRÓLEUM” es correcta pues su traducción al idioma español es Petróleo, mientras que “VERSUS” proveniente del latín que significa “hacia” (direccionalidad), siempre se utilizó

como el movimiento repetitivo de ida y vuelta del agricultor al labrar su tierra, y ahora hasta la real Academia de la Lengua Española ha aceptado su uso como “contra” que en inglés significa enfrentamiento u oposición, como por ejemplo “Barça versus Madrid”. Y finalmente ANCHOVETUM, aunque pueda colarse como “anchoveta” por nuestra docilidad y pleitesía ante el inglés, no significa nada, absolutamente nada, sino únicamente las ganas de enredar de este escribiente, que al ver que nuestro rico idioma se va empobreciendo con la presencia de tanto “Inglés” siente la necesidad de dejar constancia de ello. La anchoveta tiene su nombre propio que es algo extraño para tanta exquisitez como la que se desprende de ella: “Engraulins Ringers”, pez autóctono que habita (si lo dejan) frente a las costas de Perú y Chile. Llegados hasta aquí, lo que cabría titular, nunca debería ser “Petróleo contra anchoveta” dadas las diferencias y bondades de ambos componentes sino más bien “INDUSTRIA PETROLERA CONTRA INDUSTRIA PESQUERA” pues se trata de estas dos industrias las involucradas en este caso. Ni el líquido elemento ni los pescaditos tienen responsabilidad alguna. Veamos en qué consisten esas dos industrias. El petróleo formado en las entrañas de la tierra a través de millones de años se sabe está compuesto de carbón (altísimo porcentaje), hidrógeno (menor porcentaje), y trazas de azufre y nitrógeno. Se presenta en forma líquida llamada aceite o crudo y también en forma gaseosa denominada gas natural, aunque ambos son lo mismo. La composición anterior viene originada por la descomposición de materia orgánica compuesta por fitoplancton y zooplancton en el fondo marino y materia vegetal y animal en tierra firme. El petróleo se encuentra en el interior de rocas porosas (imaginemos una esponja con agua) y nunca en forma de lagos subterráneos, si bien pueden localizarse grandes bolsas de gas natural. Normalmente los yacimientos contienen petróleo líquido en rocas muy porosas asociado con pequeñas cantidades de gas y agua. En síntesis podemos decir que el origen de los hidrocarburos es debido a la descomposición por microorganismos de restos de peces y plancton que quedaron enterrados en arenas y arcillas sedimentadas y que las altas temperaturas y presiones existentes originaron tras millones de años procesos físico-químicos que dieron lugar a su aparición. Todo este proceso fue originado probablemente en la era terciaria, la de los Dinosaurios, y principios de la cuaternaria, era de grandes cataclismos geológicos. A veces el petróleo fluye naturalmente sobre la superficie mezclado con arena y agua al que se le da el nombre de betún crudo, similar al alquitrán. Tanto Canadá como Venezuela tienen extensas zonas de petróleo de esas características, muy denso, que también se le conoce con el nombre de “petróleo extrapesado” y que al estar impregnado de arena se le llama “petróleo no convencional” para diferenciarlo del situado en pozos. En Perú tenemos ese tipo de petróleo conocido como “brea” y antiguamente como “copé”, que era utilizado desde tiempo inmemorial, en la zona que le dio nombre, La Brea, a escasos kilómetros al este de Negritos, a los pies de los montículos Amotapes (Piura), para impermeabilizar vasijas y recipientes y más tarde para calafatear embarcaciones. Se calcula que el volumen de este tipo de petróleo existente, algo más de 3,5 billones de barriles, representa el doble de las reservas actuales de petróleo convencional. Con el consumo actualmente existente se calcula en sólo 120 años poder satisfacer las necesidades humanas si la demanda permanece sin variación. Es importante saber que el 84% del petróleo se utiliza como combustible en forma de gasolina y fuel oil, y el 16% restante por la industria química para producir fertilizantes, pesticidas, plásticos y otros. Así pues, la industria del petróleo se halla en una situación en la que tiene que ir ralentizando su comercialización como combustible, tanto por la precariedad de existencias como por la contaminación que produce, y vemos como los carros empiezan a ser híbridos (con electricidad y gasolina) y todo los útiles domésticos sin excepción utilizan energía eléctrica (limpia), mientras bolsas y útiles de plástico se van limitando. La exploración y explotación petrolera marina originan sendos y serios problemas en el medio en el que se desarrollan peces de todo tipo, clase y género. Tanto la contaminación acústica con sus ondas sísmicas, que no son otra cosa que explosiones provocadas a distancia, como esas otras más severas, los derrames incidentales y accidentales, afectan a flora, fauna, medios productivos y finalmente a medios económicos de tal manera que convierten en indeseable su explotación. Sobre todo, cuando nos hallamos como es el caso en una zona de mar extremadamente rica en variedad piscícola y también en nutrientes (cardúmenes) para el resto de especies. Lo que nos ofrece el mar de Grau es una exuberante y maravillosa riqueza que merece toda serie de cuidados y atenciones de parte de sus ribereños y de las autoridades que los representan. Son miles de hombres pescadores, con familias enteras detrás, los que con millones de peruanos consumidores del producto del trabajo y esfuerzo de aquellos, más millones de seres vivos que viviendo en las profundidades del océano, si pudieran se unirían al grito que demanda protección y respeto al mar como fuente y origen de toda clase de vida. Así, en fecha reciente el COPROSEC de Ancash arribó al igual que el Frente de Defensa al acuerdo de rechazar enérgicamente la explotación petrolera en el mar de Chimbote al recibir información de expertos en el sentido que eso afectaría negativamente al sector pesquero. Por otra parte, el Presidente Vizcarra, ha tomado cartas en el asunto, que es de esperar no estén marcadas. Dos años más tarde, ahora, sabemos que sí estaban marcadas.

Moraleja: La paciencia, el valor, y la dedicación hacen al buen pescador.

Nota: Este artículo, publicado por tercera vez en algo más de dos años, continúa con plena vigencia.

Así sea. EL VIGÍAalt