Editorial

Editorial: ::: MEDIO MILLAR :::

La organización mundial de la salud ha emitido una exhortación a todos los gobernantes de los países del mundo con la finalidad de tomar sus precauciones en la medida que la gran mayoría está saliendo del aislamiento social obligatorio y viene reanudando actividades económicas, sin tener en cuenta los índices de contagio.

Y es que esta reanudación de actividades no significa un levantamiento total de la cuarentena, no es una señal para que todos salgan de sus viviendas y puedan realizar sus actividades normalmente como antes del inicio de la pandemia.

Por el contrario, esta medida es necesaria e impostergable por cuanto el aparato productivo no puede permanecer tanto tiempo semiparalizado, existe la necesidad de retomar las principales actividades económicas y ello se establece en las etapas o fases que ha diseñado el gobierno para que se retome el ritmo de vida paulatinamente.

Sin embargo, esta reanudación de actividades está sujeta a recomendaciones específicas para que el régimen de prevención no se descuide, de tal suerte que en adelante el cuidado de cada quien depende ya no del estado o de las instituciones que pueden restringir el tránsito o la circulación, ahora solo está en manos de cada uno de nosotros.

Sino queremos que esta fase de reanudación fracase entonces los llamados a sacarla adelante son los peruanos, la responsabilidad de cada quien para protegerse de manera conveniente, para usar permanentemente las mascarillas, para mantener una distancia prudente de otras personas y el lavado o desinfección permanente de las manos.

Son tres reglas de oro a las cuales se acaba de sumar el uso de las máscaras faciales, aquellas caretas o micas que cubren gran parte del rostro y que tratan de impedir que se produzca una contaminación aérea por los ojos y que tiene el carácter de obligatorio en el transporte público, interprovincial y aéreo.

Muchos podrán acusar una suerte de exageración sin embargo, hay que tener en cuenta que el sentido común nos llama a tener precaución y si de ella depende la colocación de una serie de aditamentos, entonces hay que hacerlo, de por medio está nuestra salud, de por medio está nuestra vida, no se puede jugar con valores tan preciados como aquellos.

Sin embargo, las últimas notícias traen malos augurios, advierten que lo más importante en esta fase de la estrategia sanitaria, es decir la responsabilidad de la gente, no responde a la expectativa de las autoridades.

Hay una absoluta temeridad, los comerciantes informales que congestionan la vía pública y dejan regado el virus de manera temeraria, los paraderos han generado que el transporte público se convierta en los nuevos focos infecciosos de la pandemia, han remplazado a las colas de las bancos y los mercados que fueron los que promovieron el contagio al inicio de esta emergencia nacional.

Hace solo dos días se autorizó el reinicio de los vuelos nacionales y los viajes interprovinciales y lo primero que se observó es el desorden, los empujones, la falta de distanciamiento, es decir todo lo que no se puede permitir.

Por ello es que las cifras han comenzado a conspirar contra los objetivos de las autoridades, los niveles de contagio se han retomado en algunas regiones que han comenzado a colapsar

en sus sistemas de salud y algunos han recogido la probabilidad de volver a la cuarentena.

Es el caso de las provincias de la gran capital, pese a la negativa del Presidente que ayer ha declarado a los medos de comunicación que no ve las razones por las cuales se deba retomar una cuarentena, lo que sigue llamando la atención en la medida que los estrategas de la lucha contra el Covid siempre están viendo cifras distintas a la que percibimos los peruanos.

Y en medio de este complicado escenario encontramos a nuestra Región que en los últimos dos días ha registrado mas de 500 contagios, lo que ha llevado nuestros cuadros estadísticos a bordear los 15 mil contagiados y los 900 muertos.

Esto si nos preocupa, el Covid no cede en nuestra ciudad desde hace dos semana y, lejos de bajar, los números han crecido. Medio millar de contagios en dos días consecutivos es sumamente peligroso. Esperemos que las cifras reculen, empero, para que ello ocurra todos debemos remar en la misma dirección de la responsabilidad en la protección personal. No queda de otra.alt

alt