Editorial

Editorial ::RENUNCIA UNILATERAL::

El pasado fin de semana sorprendió una noticia que daba cuenta de la renuncia irrevocable del ingeniero Julio Domínguez Granda al cargo de rector de la universidad ULADECH Católica, la misma que fue aceptada por la asamblea universitaria, consolidando de esta manera el alejamiento de la mencionada autoridad que se mantuvo aL frente desde hace más de dos décadas.

La sorpresa viene por la forma como se hizo efectiva esta dimisión mas no por el contenido mismo, pues en nuestra ciudad ya se conocía que el rector de la ULADECH se alejaría del cargo desde el año pasado, inclusive, en aquella oportunidad trascendió que el mismo canciller de la Universidad, es decir el Obispo Ángel Francisco Simón Piorno, lo emplazó a deponer del cargo en medio del aniversario de la institución.

Sin embargo, luego de ello se presentó la desaprobación del licenciamiento de la Universidad y las autoridades decidieron fusionarse con una universidad trujillana a efectos de velar por sus estudiantes, para que puedan continuar sin problemas sus respectivas carreras universitarias y no se limiten a los dos años de plazo que había señalado la SUNEDU para su cese de funciones.

Esto ocurre en diciembre y fue la propia universidad Chimbotana la que dio a conocer en un comunicado que se había fusionado con la universidad Católica de Trujillo, lo que implicaba una suerte de adhesión de ambas instituciones y el encumbramiento de las autoridades trujillanas en el manejo de los servicios educativos de la ULADECH que había sido desaprobada por el organismo que administra todo el sistema universitario del país.

Entonces si una fusión implica la unión de dos cosas formando una sola, es decir, la creación de una nueva universidad a partir de la voluntad de dos entidades universitarias ¿Cómo se entiende que el rector de la ULADECH renuncia al cargo si es que esta entidad educativa ya se ha desvirtuado formando otra?

Seguramente esto ocurre porque la comunidad en general, y no sabemos si los alumnos también, no han sido convenientemente informados respecto al destino de esta fusión, más aun cuando al decretarse la pandemia del COVID 19 y al ingresar las universidades a un régimen cargado de restricciones como todas las demás instituciones, las reglas de juego variaron sorpresivamente.

El nuevo congreso de la república, con preeminencia de legisladores estrechamente vinculados a las universidades el país, sancionó inicialmente una ley por la cual ya no se otorga dos sino hasta cinco años a las universidades que no fueron licenciadas para que puedan administrar el cese de sus funciones.

No solo eso, se comenzó a torpedear el sistema universitario a partir, precisamente., de estas descalificaciones de las universidades y el blanco fue el ministro de educación Martín Benavides que fue el promotor de ese proceso de licenciamiento cuando se desempeñó como titular de la SUNEDU, hecho que ha generado los últimos y serios enfrentamientos entre el poder ejecutivo y el congreso de la república.

Sin embargo, ello no tendría que nada que ver con la renuncia del rector si es que no advertimos que la ULADECH ya no ejerce como una universidad fusionada sino como una entidad única, con sus propios organismos del gobierno que se han reunido casi subrepticiamente, con dirigentes que acudieron a la cita a “pie juntillas”, buscando la manera que nadie se entere que se estaba realizando esta reunión que tendría vicios de insalvable nulidad.

La forma soterrada como se han desarrollado los últimos acontecimientos no permite a los medios a acceder a los entretelones de esta asamblea universitaria y la renuncia del rector Julio Domínguez Granda, no se conoce que es lo que sucederá con esta casa universitaria, con la fusión y con los temas estelares que los estudiantes reclaman, como por ejemplo las clases virtuales, los costos de las matrículas y las pensiones de estudios, etc.

Nos hallamos ante una renuncia unilateral, la dimisión de un alto funcionario de una de las primeras universidades de la ciudad, aquella que tiene en sus manos el futuro universitario de nuestra juventud y ello la obliga a explicar lo que reamente está sucediendo con esta suerte de renovación de cuadros y con la fusión anunciada con bombos y platillos los últimos días del año que pasó.