Por: Víctor Alejandro Sichez Muñoz (*)
La Organización Internacional de Trabajo (OIT), señala que mientras la pandemia del COVID-19, continúe en aumento el mercado laboral irá decreciendo, y según proyecciones de esta Organización alrededor de 15 millones de personas perderían su empleo este año, los cuales se sumarían a los 26 millones? de desempleados que ya había antes de la pandemia del COVID-19.
El INEI reportó que, en Lima se han perdido más de 2,3 millones puestos de trabajo por los efectos de la crisis, ya que, en la mayor parte de los casos fueron despedidos o se encuentran en suspensión perfecta de labores (hasta principios de mayo más de 20,000 empresas solicitaron acogerse a esta medida), perjudicando aproximadamente a 205 mil trabajadores, causando un incremento del sector informal por la gran necesidad de generar ingresos, originando desempleo el cuál va a repercutir sobre la estabilidad económica y social de nuestro país.
El COVID-19 está afectando severamente al empleo, especialmente el de las poblaciones más vulnerables e informales. Este grupo vulnerable continuará necesitando de transferencias y bonos para evitar que aumente su vulnerabilidad poniendo en riesgo su techo, servicios básicos o alimentación.
Han transcurrido más de 142 días de emergencia sanitaria a nivel nacional, y la nueva convivencia trae inmensos desafíos en materia de salud: no solo tenemos que preocuparnos por cuidarnos del COVID-19, sino también por la recuperación de nuestros empleos perdidos, queÂÂ tomará un tiempo y dependerá de las medidas que adopte el Poder Ejecutivo para que el impacto en el mercado laboral no sea a largo plazo.
El gobierno tiene que, diseñar un plan de reactivación de trabajo al corto plazo, para revertir esta situación, ya lanzó el programa Arranca Perú, el cual tiene como objetivo dar trabajo a más de 1 millón de peruanos en sectores de vivienda, agricultura, transporte y trabajo que se encuentren afectados por la pandemia con jornales temporales a nivel nacional, pero al cierre del presente año la medida será “un calmante pero no la vacuna”.
Una manera de reactivar el empleo seria otorgar subsidios a las micro y pequeñas empresas de los sectores comercio, hoteles, restaurantes y turismo porque son los más afectados debido a la pandemia, y actualmente no están facturando por el menor gasto discrecional de las familias. Entonces, las empresas recibirán el referido subsidio para financiar las planillas de su personal, con la finalidad que no apliquen despidos o la suspensión perfecta de labores.
Y la Otra forma de salvar el empleo seria que el gobierno cree un fondo para empezar a financiar pequeños emprendimientos o planes de negocios de quienes han quedado desempleados,
Esperamos que, cuando vuelva a reactivarse la economía al 100%, se active también la oferta de trabajo ya que, gran parte de los trabajadores irán en busca de nuevos empleos y probablemente el canal más importante de ingreso al mercado laboralÂÂ serán los sectores informales”.
El futuro del trabajo tras las repercusiones del COVID-19 será “El teletrabajo que ha llegado para quedarse y las empresas deberán aprender a gestionarlo exitosamente”.
*Doctor en Contabilidad y Finanzas.
*Maestro en Tributación Y Finanzas.
*Magister en Gestión Pública.
*Asesor y Consultor en Gestión Pública.