Editorial

SEMANA CRUCIAL

La que se inicia hoy para muchos o la que se inicia mañana lunes para la gran mayoría, será una semana bastante agitada y complicada, pues anteanoche el congreso de la república ha escrito un capitulo más de la telenovela que ilustra la incontrolable pelea entre palacio de gobierno y hemiciclo.

Esta titánica lucha ha adquirido ribetes de dramatismo el último fin de semana luego que se planteara una solicitud de vacancia presidencial como consecuencia de los audios propalados por el presidente de la Comisión de Fiscalización en el Congreso de la República, en los cuales todos hemos escuchado al presidente manipular pruebas y testimonios relacionados con el escándalo “Richard Swing”.

Ello porque, tras el debate reglamentario, por una mayoría de 65 votos a favor, 35 en contra y 24 abstenciones, la moción fue admitida y deberá iniciarse el procedimiento pertinente que incluye la presencia del Jefe de estado o su abogado en el congreso de la república para que responda respecto a la causal de vacancia.

Obviamente, esto no se iba a quedar así, ya el Gobierno ha anunciado, a través de la ministra de Justicia, que planteará una demanda competencial ante el tribunal constitucional, con la finalidad de desvirtuar ese procedimiento de vacancia.

A diferencia de lo que había ocurrido hace dos años con el pedido de vacancia formulado contra el ex presidente Pedro Pablo Kuczysnki, quien renunció para impedir esa exposición política, en esta oportunidad el presidente Vizcarra está decidido a dar batalla y busca una salida para impedir ser sometido a un proceso político.

Y es posible que consiga su objetivo, el tribunal constitucional es un organismo que le debe la vida al presidente, hay que recordar que el setiembre del año pasado el Jefe de Estado disolvió el parlamento porque los legisladores de ese entonces, dominados por una mayoría fujimorista, estaban decididos a nombrar a nuevos miembros en remplazo de los que están en funciones porque ya habían cumplido su periodo.

Vizcarra asumió ese cometido como la pretensión de manejar este organismo constitucional con fines políticos y advirtió que si no debatía las reformas políticas lo tomaría como una negativa al pedido de confianza que había solicitado paralelamente su gabinete presidido por entonces por el actor de teatro Salvador del Solar.

Por ello no extrañó que en esa oportunidad el Tribunal Constitucional desestimara las demandas emprendidas por los ex parlamentarios contra la disolución del congreso y no extrañará que ahora le otorgue un trámite celerísimo a la demanda competencial del ejecutivo para impedir el proceso de vacancia.

El poder suele protegerse conforme a sus oportunas conveniencias y coyunturas, de allí que una mayoría de peruanos consideren que se pierde el tiempo y se distrae la atención ante la crisis sanitaria que vive el país y que podría resultar perniciosa en este momento en que la estrategia de salud parece dar sus resultados y el número de fallecidos comienza a ceder.

Es una pena que en medio de una pandemia encontremos arremetidas políticas como las que estamos viendo en estos días. Esperemos que congresistas, presidente, ministros y asesores entren en razón y dejen de jugar con fuego cuando el Covid aun se sigue paseando por las calles y no se puede bajar la guardia.