Por varios años los chimbotanos, en general, y los representantes de diversas instituciones, en particular, nos lamentamos que las obras que emprendieron en los años 2012 y 2013 en las postrimerías de la corrompida gestión del ex presidente César Álvarez Aguilar, quedaran abandonadas a su suerte y deteriorándose con el paso del tiempo,
Obviamente, muchas de ellas quedaron inservibles, empero, hubo otras que fueron retomadas por los gobernantes que lo sucedieron, por lo menos aquellas que contaban con saldos de obra reamente pequeños e insignificantes, los cuales habían convertido a esos proyectos en verdaderos elefantes blancos.
Uno de ellos fue el Colegio del Centro Poblado de Tangay, cuyo director se paseaba constantemente por la sede de la sub región años después de la caída de César Álvarez y cuando se retomó la condición democrática de la región Ancash, con tan mala suerte de no encontrar una salida para la culminación de esta infraestructura educativa.
Si la memoria no nos traiciona, fueron los escolares y padres de familia de este plantel los que decidieron ocupar las aulas en obra negra como fue abandonada, sin embargo, cuando llegó a la Gobernación el ingeniero Luis Gamarra Alor, se encontró finalmente el camino legal para que se pueda terminar la obra.
Y así lo hicieron, se contrataron a las empresas que se encargaron de terminar los trabajos y finalmente la obra fue entregada hace ya poco más de un año y medio atrás para que la comunidad educativa pueda utilizarlas, dejando atrás la odisea que representó estudiar en aulas precarias que se levantaron en base a palos y esteras a la espera de la obra definitiva.
Curiosamente, no han transcurrido ni siquiera dos años y ya se tienen noticias de esta obra, ha sido la Contraloría General de la republica la que ha puesto el dedo en la llaga, ha expedido un informe en el que señala, entre otras cosas, que se ha hallado fisuras en el cerco perimétrico, así como en las graderías y en los sardineles de la losa deportiva.
Asimismo se describen una serie de defectos que ponen de manifiesto que se hizo una obra irregular, se hicieron trabajos solo para cumplir, seguramente para sacar ventajas con la colocación de material de baja calidad, por ello es que se tiene finalmente una obra pobre que no tiene la duración que debería de acuerdo al expediente técnico.
Por ello es que apenas a dos años de su culminación, la Contraloría encuentra serias deficiencias, presuntos actos colusorios que atentan contra la buena administración de los recursos del estado.
Hay que tener en cuenta que este saldo de obra se hizo en la gestión del ex gobernador Luis Gamarra Alor y lo que llama la atención es que la región no solo ha pagado fuertes sumas de dinero a la empresa ejecutora, sino también a una empresa supervisora que, en el papel, era la llamada a evitar estos hallazgos, es decir, que debieron advertir en su momento que la obra se estaba ejecutando de manera defectuosa.
Sea como fuere, estas malas acciones no deben quedar en la impunidad, es momento que la contraloría demande la intervención del Ministerio Público a efectos de verificar si existieron malos manejos que perjudican los intereses del ente regional.
Fuimos los que apoyamos los reclamos del Director de este plantel para que se termine la obra, empero, no podríamos imaginar que quienes se encargaron de ejecutarla lo hicieran de manera deficiente y ventajista. Si es así es pertinente que los responsables sean sancionados con todo el peso de la ley.