Editorial

::: DEMASIADO EXTRAÑO :::

La semana pasada los familiares de una joven madre de familia, de 25 años de edad, denunciaron su repentina desaparición en el marco de una serie de situaciones sumamente extrañas e inciertas que dejan margen para pensar que algo muy malo puede haberle ocurrido o que se encuentre en serio peligro.

Se trata de Stephani Cachay Changana, cuya sobrina reveló que el pasado 1° de este mes salió de su vivienda con la finalidad de ir al mercado y jamás retornó, inclusive, tomaron conocimiento de este hecho porque su ex pareja les comunicó que ella acudió a su vivienda para encargarle a sus cuatro hijos pero que no retornó.

Se trata de uno de los cientos de casos de personas desaparecidas, incluso, hay algunos de estos incidentes que terminan en solo una alarma pues el protagonista aparece regresando después de haber salido en un viaje o un alejamiento de estrictos temas personales.

Empero, desde que se conociera el relato de los familiares, algo nos dice que no se trata de uno de estos casos en los cuales la perturbación o la angustia de una persona los lleva a tener que desaparecer por algunos días o abandonar todo lo que tienen por otra persona o por otra expectativa.

Los medios de comunicación a nivel nacional nos han revelado muchas historias de mujeres que desaparecen y que luego son halladas sin vida, con sus restos desaparecidos por sujetos miserables que han resuelto sus diferencias con extrema violencia, es la Policía la que termina por descubrir estos crímenes en base a la falta de respuesta para muchas preguntas o porque los detalles resultan incoherentes, confusos e incomprensibles.

En la historia de Stephani estos enigmas nos invaden de inmediato cuando nos enteramos que es una joven mujer que tiene carga familiar, que vive con sus cuatro hijos y dos de ellos son gemelos que a la fecha están lactando.

¿Qué mujer o que madre es capaz de abandonar a sus hijos a tan corta edad y cuando tienen la ineludible obligación de alimentarlos a través de la lactancia? ¿Acaso es posible pensar que ella se haya alejado por su propia voluntad? ¿No es más lógico que alguien la haya empujado a eso o que tenga interés en que no se conozca qué es lo que ha sucedido?

Es evidente que algo oculto hay en esta historia, pues si la joven madre de familia ha encontrado alguna oportunidad de mejorar su situación, que ha recibido alguna oferta de trabajo que la obligue a trasladarse a otra ciudad, lo primero que hace es comunicarlo a su familia, se preocupa por sus hijos y sabe determinar al cuidado de quien debe quedarse.

Nada de ello ha ocurrido, por el contrario, solo se conoce la versión de su ex pareja Manuel Carretero Ambrosio quien ha señalado que la mujer le dejó los hijos a su cuidado porque tenía que ir al mercado, algo que tampoco deja de llamar la atención si se tiene en cuenta los antecedentes que ha descubierto la Policía.

Nos estamos refiriendo a la denuncia que un mes antes de su desaparición presentó Stephani Cachay contra su mencionado ex conviviente, Manuel Carretero, por violencia familiar, señalando haber sido víctima de agresiones por parte de este individuo y reclamando la protección de la autoridad.

Este antecedente es sumamente sugerente y debe obligar a los investigadores a extremar sus pesquisas por este lado, pues no resulta lógico ni coherente que la desaparecida haya dejado a sus cuatro hijos, entre ellos a dos criaturas que aún se encuentran en edad de lactar, bajo el cuidado del mismo sujeto que la ha agredido, que fue capaz de levantarle la mano y que, por sus rasgos podría perjudicar también a sus hijos.

Aquí existe un antecedente claro y contundente respecto a la poca verisimilitud de las versiones que se están proporcionando hasta el momento, hay algo que evidentemente no encaja y que tiene que llamar la atención del Ministerio Público.

Basta echar una mirada a las estadísticas para reconocer que los casos de extrema violencia contra las mujeres y hasta las desapariciones han sido caldo de cultivo en el país y, especialmente, durante la pandemia, en la que el confinamiento ha sido el factor común de muchas agresiones.

Esperemos que todo esto resulte producto de una especulación que se ha tejido en base a hechos revelados públicamente, y que la joven madre de familia aparezca porque sus cuatro hijos la necesitan. Esto es lo más importante en este caso demasiado extraño.