REENCAUCHADO
Luego de haber enfrentado uno de los pasajes que debe haber sido el más difícil de su vida, el Gobernador Juan Carlos Morillo Ulloa ha regresado al cargo bastante revitalizado y con las pilas recargadas. Ello porque en las últimas semanas viene concretando una serie de proyectos que se han puesto en marcha en varios provincias, ha paseado por Yungay, Huarmey, Casma, entre otras provincias en donde ha suscrito convenios con los alcaldes provinciales para poner en marcha proyectos valorizados en varios millones de soles. Incluso, la semana pasada llegó a nuestra ciudad y se dirigió al barrio San Pedro, en donde fue recibido entre bombos y platillos porque los moradores advertían que el gobernante estaba decidido a retomar una de las obras esperadas por todos ellos, como el Estadio que fue iniciado en la gestión del ex presidente regional César Álvarez pero que fue abandonado a su suerte. Son siete años que las instalaciones inconclusas se mantuvieron abandonadas, como un buen número de obras que fueron dejadas inconclusas y deteriorándose con el paso de los años. Aun cuando las administraciones de entidades públicas adolecen de muchos yerros, lo que se tiene que reconocer a la gestión del Gobernador Juan Carlos Morillo es haber reactivado las obras que fueron dolosamente abandonadas en la época de Álvarez. Ya todos conocemos cual fue el carrousell de entonces, lamentablemente le ha costado mucho al erario regional, empero, desde la caída de la red de corrupción, hablamos del año 2014, ninguna de las autoridades provisionales o titulares del gobierno regional, fueron capaces de retomar esos proyectos, sin embargo, el acierto de Morillo fue designar al gerente de la Sub Región Pacífico David de la Cruz Pizán, quien ha sido el artífice del final de muchos e importantes proyectos. El colegio Víctor Andrés Belaúnde es uno de ellos, ahora se retoma el estadio de San Pedro y ya se anunció que se terminará el colegio Inca Garcilaso de la Vega de la urbanización El Trapecio. De esta manera corona un anillo de los proyectos más postergados desde hace siete años y eso tiene que destacarse.
SANGRECITA
Casi desapercibido ha pasado el importante programa que ha puesto en marcha el Municipio de Nuevo Chimbote para hacer frente a los niveles de anemia que existe en nuestra niñez, que se han agudizado durante la pandemia. La comuna sureña ha concretado un convenio con un camal para disponer de sangre recogida de los animales beneficiados a efectos de poner en marcha un programa alimentario que se sustenta en la elaboración de potajes en base a esta sangre de res. Como se sabe, la sangrecita es uno de los platos más sabrosos de nuestra comida criolla y tiene el aliciente de ser uno de los más nutritivos para los niños y que aporta el hierro a nuestro organismo. Es un plato por excelencia para fortalecer nuestros glóbulos rojos y despejar cualquier posibilidad de males anémicos en los niños de toda edad, especialmente de aquellos menores de cinco años. A través de este programa se podrá entregar sangrecita para la elaboración de mil platos diarios, los cuales se lograrán a través de la distribución de 100 kilos diarios de sangre a las viviendas que se encuentran empadronadas en el programa de la Meta 4, así como a los comedores populares para que los preparen y los hagan llegar a sus beneficiarios. Es evidente que de esta manera, los niveles de anemia descenderán notoriamente en el distrito sureño.
SUCIEDAD
La queja de los pobladores del P.J. Tres de Octubre por la presencia de vendedores ambulantes de pescado en las calles exteriores al mercado de ese lugar, tienen mucho asidero. Ello porque estos vendedores se dedican a una actividad en la que se requiere de un puesto con suministro de agua corriente porque producen sanguaza. Si lo hacen en las calles entonces esa agua sucia y los restos de los pescados, llámese tripas, aletas, pellejo y hasta cabezas, son arrojados o abandonados en la vía pública generando no solo pestilencia sino focos infecciosos de enfermedades. A nadie le gustaría que estos informales se coloquen en la puerta o el frontis de su vivienda. La municipalidad debe terminar con esta actividad antihigiénica y reubicar a estos comerciantes. Primero está la salud de la población.