Editorial

::: NUEVO PERIODO :::

Los miembros de la Sala Plena de la Corte Superior del Santa se reunieron la semana pasada en cumplimiento de las disposiciones de la ley orgánica del Poder Judicial que establece que la primera semana del mes de diciembre se elige al nuevo titular de la corte y el Jefe de la Oficina Distrital de Control de la magistratura para el siguiente período de dos años.

Tras la reunión se percibió el humo blanco, los magistrados superiores titulares, que conforman la Sala Plena, habían decidido por mayoría elegir al Juez superior Carlos Maya Espinoza como Presidente de la Corte del Santa para el periodo comprendido entre el 2021-2022, lo que quiere decir que prestará juramento y accederá a cargo el 02 de enero en la apertura del año judicial del próximo año.

Lo relevante de este conclave judicial es que por vez primera en la historia de nuestra corte superior se consigue una elección del nuevo presidente en primera vuelta, es decir, que no se necesitó de una segunda votación para decidir esta designación.

Seguramente que a diferencia de otros años no se hicieron más de dos propuestas, esta vez fueron solo dos candidatos y los magistrados debieron optar por uno u otro, de allí que la votación fue sumamente estrecha pero suficiente como para deslindar la elección y dejar al mejor de la contienda al frente de la corte superior.

Ha sido una gran noticia para los abogados y justiciables, así como para los chimbotanos que ponderan la figura de un magistrado que tiene los pergaminos más que suficientes como hacer cumplir el rol de representante de nuestro distrito judicial.

El Dr. Maya Espinoza no solo ha presidido Salas Superiores y es un magistrado que tiene una trayectoria al margen de cualquier denuncia o escándalo, sino que ha sido uno de los pocos que tuvo el suficiente carácter como para sacar el pecho por su institución,

Esto no lo olvidamos quienes seguimos de cerca la vida de la ciudad, que conocemos los acontecimientos que se han registrado en la historia de la ciudad y encontramos aquel vergonzoso pasaje en el que un magistrado supremo pretendió hacer tabla rasa de la dignidad de los jueces de nuestra ciudad y se burló de ellos en una intervención nefasta en el curso de la notificación en la decisión de una casación.

Ocurrió en ocasión que se dilucidó la casación que formulara la ex alcaldesa Victoria Espinoza García cuando fue condenada a siete años de cárcel efectiva y debió mantenerse casi 15 meses en la clandestinidad, en el primer proceso penal que se le siguió por enriquecimiento ilícito, del cual fue sustraída por la Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema.

En esa oportunidad el magistrado que la presidia justificó la anulación de la condena con argumentos jurídicos risibles, desmereciendo y descalificando a los jueces del Santa, poniendo en evidencia el poder que le otorgaba el cargo como para hacer tabla rasa de la dignidad de los magistrados de nuestra jurisdicción.

Nadie dijo nada, excepción hecha del actual Presidente electo de la Corte del Santa que, con ocasión de un brindis institucional defendió los fueros de esta entidad, rechazó los infundios del magistrado superior y salvaguardó los criterios jurídicos que por entonces fueron avasallados sabe Dios porque intereses.

Esa fue la marca que dejó el Dr. Carlos Maya Espinoza y que quedó en el recuerdo de quienes sentimos lo mismo que muchos magistrados cuando se manoseó la justicia de la peor manera, afortunadamente, es un capítulo cerrado que hoy se corona con un respaldo institucional que engalana la historia judicial de la Corte del Santa.

Creemos que la Corte del Santa queda en las mejores manos, será un gran reemplazante del Presidente saliente, José Manzo Villanueva, que ha realizado una gestión sobresaliente si nos remitimos a las cifras que se han proporcionado en las últimas semanas.

Saludamos la designación del Dr. Carlos Maya al frente de la Corte del Santa, sabemos que ha sido la mejor opción y estaremos, como medio de comunicación, a disposición de lo que resulte necesario para el mejor desempeño de la administración de justicia. Este debe ser el sentimiento en toda la ciudad que ha visto crecer año tras año a nuestra Corte Superior.