Editorial

NAVIDAD DIFERENTE

Una nueva navidad ha llegado, el mundo católico se regocija para celebrar el nacimiento de Jesús. el hijo de dios que trajo el vientre de maría luego de ser consagrado por el espíritu santo, para traerlo al mundo en un humilde establo.

Allí en un pesebre y rodeado de animalitos, se inicia la historia de un hombre que dio la vida para salvar al mundo, que expuso su integridad para poder difundir el evangelio, para mostrarle al mundo que Dios nos hizo hombres para querernos y respetarnos, para desterrar de nuestras almas el odio y la venganza, para hacer de todos los verdaderos hijos de dios que somos capaces de vivir en paz, unión y armonía.

Y es que eso es la navidad, un sentimiento de amor que se transmite de generación en generación, inclusive, a despecho que en los últimos años la festividad religiosa se ha trastocado, ha adquirido un sesgo comercial, en el que ha primado y priorizado los regalos, las comidas y todo cuanta rodea esta festividad a la fecha.

Sin embargo, al margen de esta tendencia, este año se ha sumado un nuevo ingrediente que, definitivamente, ha obligado a las familias a modificar sus costumbres navideñas, al extremo que lesiona algunos de los principios fundamentales de esta fiesta como es la concordia y la armonía entre todos los núcleos de una misma familia.

Este ingrediente no es otro que la pandemia del covid 19, esta emergencia sanitaria que nos condenó a un prolongado confinamiento y que a la fecha amenaza con nuevos brotes, con nuevas cepas y con escenarios que ha obligado a los gobernantes a tomar nuevas previsiones para impedir la propagación del virus y muchas muertes.

Este ha sido un año fatal no solo para los peruanos sino para el mundo entero, la pandemia ha hecho mucho daño y, en la medida que no exista la garantía de una vacuna efectiva, seguirá perjudicando mucho más, los muertos ya no se cuentan por miles sino por millones, nadie sabe hasta dónde llegaremos con ella, nadie puede garantizarnos que la vacuna que ha comenzado a inocularse en el reino unido y otros países, será suficiente para controlar este virus asesino, peor aun cuando se dice que está mutando y se convierte en una nueva cepa ante la cual habrá que seguir estudiando y buscando los antídotos pertinentes.

Así, en medio de este ambiente cargadísimo de incertidumbre hemos llegado a la navidad, a celebrar una fecha, en la que acostumbramos a reunirnos con nuestros padres, con nuestros tíos, con nuestros primos, una fecha en la que se convoca a la familia, que invita a los hijos que están en otros lares a retornar a casa.

Sin embargo, esto ya no podrá ser, es lo que la ciencia está recomendando y lo que las autoridades tratan de hacer comprender a todos los mortales, que las reuniones familiares forman parte de ese agente nocivo que tienen las fiestas, las reuniones etílicas y las aglomeraciones que se constituyen en el foco infeccioso de esta enfermedad.

Infortunadamente, existe una pequeña pero importante parte de la población que no prestan atención  a estas advertencias, aquellos que creen que son, como decía el cómico Tulio Loza, de acero inoxidable y se zurran en las recomendaciones médicas, que se burlan de las restricciones legales impuestas por los gobiernos, aquellos a los que no solo no les interesa exponer su vida, lo cual sería legítimo porque es su problema, sino que no tienen el menor escrúpulo de exponer la vida de los demás, incluso, a sabiendas que podrían perjudicar a sus padres o familiares vulnerables.

Entonces, el ingrediente diferente de esta navidad será la distancia que tomarán las familias al celebrar la navidad, será una cena pascual solo los integrantes del núcleo familiar que viven juntos, que toma sus medidas de prevención a diario y que se cuida de no tener contacto con los demás por tratarse de una medida de prevención.

Así, de lejitos, ni siquiera con puños o coditos, sino a través de una videollamada o una reunión de zoom es como pasaremos la navidad, es la mejor manera de aaludarnos y desearnos felicidad, es la única forma de preservar nuestra salud. No seamos necios, es solo por esta vez hasta que se supere la emergencia. FELIZ NAVIDAD a todos nuestros lectores, seamos conscientes y pensemos que estos es lo que espera nuestro señor.