Opinión

VERDADES Y CURIOSIDADES Nº 13

Por: Ricardo Sevillano Valderrama (*)

Queridos amigos:

• La mecánica del pensamiento.- Todo el día y toda la noche estamos pensando una infinidad de cosas distintas. Pasa por nuestra mente una especie de película cinematográfica constante, aunque desconectada.

Entre tantas ideas diferentes nos detenemos a contemplar, examinar o estudiar algunas más que otras ¿Por qué?.- Porque nos han estimulado el sentimiento. Nos han producido un sentimiento de temor o de antipatía, de simpatía o de lástima, un sentimiento de agrado o de desagrado, no importa. El hecho es que, por aquel sentimiento, la idea nos interesa, la repasamos más tarde, talvez la comentamos con alguien. Esto es meditar, y lo que así se medita pasa al subconsciente y se graba allí.

Una vez que se graba una idea en el subconsciente, se convierte en un “reflejo”. Tú sabes que cuando el médico te da un golpecito con algún objeto en sitio alrededor de la rodilla, tu pierna da un salto. Te han tocado un punto sensible y has reaccionado ¿no?. En esa misma forma, cada vez que ocurre en tu vida algo referente a una de las ideas que están grabadas en tu subconsciente, el “reflejo”, reacciona en la forma exacta en que fue grabado. Tú adoptas una actitud de acuerdo con el sentimiento original que sentiste cuando primero pensaste en aquella idea. Los metafísicos llaman a esto un “concepto”, o sea, una creencia, una convicción.

El subconsciente no discierne. No dice nada, no opina ni piensa por sí solo. No tiene poder para protestar, no tiene voluntad propia. Esas no son sus funciones. Su única función es la de reaccionar poniendo a la orden el reflejo que se le ha dado.

Es, en ese sentido, un maravilloso archivador, secretario, bibliotecario automático que ni descansa ni falla jamás. Tampoco tiene sentido de humor. No sabe cuándo una orden ha sido dada en chiste o en serio. De manera, que si tu nariz es un tantico abullada; y si tú por reír a los demás, adoptas el chiste de llamarla “mi nariz de papa rellena”, por ejemplo, como el subconsciente es un servidor exacto, no tiene sentido del humor, y sólo sabe obedecer incondicionalmente, tratara por todos los medios de cumplir la orden que le han dado tus palabras y tu sentir… y veras a tu nariz parecerse más y más a una papa rellena.

Ejm. “El Catarro” (Ver. Cur. Nº 8-2020)

• El Sr. Dr. en Med. Carlos Bueno Castillo, el Abog. Juan Salgado Nova y la Sra. Med. Isabel Rojas de Díaz dijeron: Háblanos de “La Alegría y la Tristeza”

Gibran Jail Gibran (**) respondió:

“Vuestra alegría es vuestra tristeza sin máscara. Y el mismo gozo del que mana vuestra risa, ha estado con frecuencia lleno de vuestras lágrimas.

¿Cómo podría ser de otra manera?

Cuando más profundo ahonde el pesar en vuestro corazón, más alegría podrá contener.

La copa que contiene vuestro vino, ¿no es la misma que estuvo quemándose en el horno del alfarero?

Y el laúd que serena vuestro ánimo, ¿no es la misma madera que fue excavada con cuchillo?

Cuando tembléis de alegría, mirad en lo hondo de vuestro corazón y comprobaréis entonces que sólo aquello que os ha dado tristeza os está devolviendo alegría.

Cuando tembléis de tristeza, mirad nuevamente en vuestro corazón, y comprobaréis llorando por lo que antes fuera vuestra alegría.

Algunos de vosotros soléis decir: “La alegría es superior a la tristeza”; y otros: “No, la tristeza es superior”

Mas yo os digo que ambas son inseparables.

Juntas llegan, y cuando una se sienta a vuestro lado en la mesa, la otra espera durmiendo en vuestra cama.

Realmente estáis con el fiel de la balanza entre vuestra alegría y vuestra tristeza.

Sólo cuando estáis vacíos vuestro peso está quieto y en equilibrio.

Cuando el guardián del tesoro os llame para pesar su oro y su plata, vuestra alegría o vuestra tristeza harán oscilar a un lado o a otro el fiel de la balanza”.

Queridos amigos:

• Un día sin reír, es un día perdido. (Charles Chaplín)

• La tierra ha sido herida por la ambición del hombre. (R.S.V.)

• El secreto de la sabiduría es no tener miedo a equivocarnos. (Rasputín)

“Cualquier similitud, es simple coincidencia”

(**) Escritor libanés-cristiano (1883-1931). Obra: El Profeta

(*) Promotor de inversiones.