EXCLUIDO
Lo que ha ocurrido con el dueño de la Universidad César Vallejo, César Acuña Peralta, cuyos afanes y expectativas presidenciales se han visto desvirtuadas por la resolución de exclusión que ha dictado el Jurado Nacional de Elecciones, no debería sorprender a nadie. Y es que estas decisiones por omisiones, voluntarias o involuntarias, tiene precedentes de la justicia electoral y nos consta a todos los chimbotanos. En efecto, en el proceso electoral anterior, el jurado electoral de Ancash excluyó al candidato al congreso de la república por el partido morado del Santa, Luis Alfonso Sparrow Alamo, quien sabe con mucha chance en esa justa electoral, sin embargo, lo desembarcaron porque hallaron un inmueble que no había declarado. Lo anecdótico de esto es que Sparrow no era propietario directo de esa vivienda, sino que era la propiedad de sus padres en la cual nació y se crió, pero que al formar su familia salió de ella y labró su propio patrimonio, su vivienda familiar, su vehículo los cuales declaró como corresponde a todo hombre de bien. Sin embargo, el Jurado Electoral señaló que el entonces candidato debió declarar la propiedad de sus padres porque por derecho sucesorio le irroga un porcentaje de dicho inmueble. Esta decisión generó muchas controversias, en todos los sectores políticos reclamaron porque no había existido voluntad de ocultar una propiedad, más aún cuando se trataba de un inmueble de sus padres que ya no lo tomaba en cuenta porque tenía su propia masa patrimonial. Sin embargo, el Jurado Nacional de Elecciones ratificó la resolución del jurado Electoral señalando que todos los bienes que incumben a una persona deben ser declarados, inclusive, aquellos que a la fecha de inscripción de la candidatura aun no hayan sido saneados y registrados. Esto quiere decir que la situación de César Acuña es precaria, existen precedentes jurídicos que han zanjado este tema, por lo que virtualmente su suerte está echada.
DUELO
Uno de los primeros moradores de lo que hoy es la urbanización “Cáceres Aramayo”, Don Héctor Castillo Sánchez, falleció el día de ayer a los 90 años de edad, dejando sumida en la tristeza y desolación no solo a su familia sino a la comunidad de ese sector de Nuevo Chimbote. Don Héctor Castillo, un antiguo y correcto pescador de la mejor época de la actividad pesquera de Chimbote, caracterizado por ser un hombre correcto y honesto, fue uno de los primeros moradores que llegó a la entonces zona de Bruces, como se le denominó al conglomerado de módulos de vivienda que construyó, a pedido del Gobierno Militar, la empresa constructora Bruce de propiedad de la familia de quien hasta hace unos años fue Ministro de Vivienda. Estos módulos se construyeron luego del terremoto de 1970 y desde entonces Don Héctor Castillo formó una prolífica familia de 8 hijos que le heredan una formación personal encomiable, la cual se hace patente en la sapiencia, la moderación, la vigencia de valores y la absoluta transparencia en los hechos y compromisos. Sus viejos y antiguos amigos de aquella época lo despiden con nostalgia, se apagó la velita que lo mantuvo aferrado a la vida desde que se le detectara un fibroma pulmonar, Descansa en Paz, don Héctor.