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ANTÍGENAS

El Director de la Red de Salud Pacífico Sur, Marlon Tello, ha informado que, a través de la dirección regional de salud, han recibido 7 mil pruebas antígenas con la finalidad de tamizar a un importante sector de la población, estas pruebas antígenas son las que han desplazado a las pruebas rápidas, pues se toman muestras con un hisopo y pueden obtener un resultado en solo media hora. Las pruebas rápidas, como su nombre mismo lo indica, son inmediatas, el resultado se tiene al instante, empero, no son efectivas, su margen de error es bastante alto y puede ser perjudiciales, por ello es que se han implementado estas pruebas antígenas que son más efectivas y no tienen mucha demora en el resultado. Es el antecedente de las pruebas moleculares que, en realidad, son absolutamente efectivas, por ello es que la autoridad de salud ha comenzado a retomar los testeos pero lo hace en los dos únicos centros temporales de atención que tienen en la ciudad. Creemos que ya es momento que la red su retome los equipos de intervención rápidas, esos que, como lo hace el operativo Tayta, se desplazaban a los pueblos jóvenes y asentamientos humanos con la finalidad de adelantar el diagnostico de una persona positiva y se le podía entregar un tratamiento. Esto es lo que deben retomar pero esta vez con las pruebas antígenas, es decir, con una herramienta que es más efectiva y con la cual se pueden anticipar no solo a la detección de casos positivos, sino a aquellos que deben ser aislados para que ya no sigan expandiendo el virus que llevan dentro. En los primeros días de este mes preguntamos en la Red Pacífico Sur sino acudían a los domicilios como antes y nos respondieron que desde la caída de las cifras se habían desmontado estas cuadrillas porque ya no eran necesarias, empero, ahora que nuevamente las estadísticas demuestran que el Covid se ha desbocado ya deberían estar nuevamente tras la huella de esta enfermedad. No hay que esperar que el asesino invisible siga atacando a las personas, hay que salir a buscarlos y esas cuadrillas eran las ideales. Esperemos que se retome esa actividad en la medida que rindió buenos resultados.

CIERRE

Ha hecho muy bien el alcalde Roberto Briceño Franco al disponer desde ayer jueves el cierre del Palacio Municipal al registrarse el caso de contagios de trabajadores que se encuentran en este momento con tratamiento médico. Esta en realidad es una medida de previsión, busca que el personal no asista a efectos de emprender una jornada de desinfección de todos los ambientes y, paralelamente, de aislar a todos los trabajadores en una dependencia en donde existe una alta carga viral. Ya se sabe que no fueron 10 sino hasta 20 los trabajadores que se han contagiado y ello es consecuencia de permanente contacto con los usuarios y con otros trabajadores, realmente no sabemos en qué condiciones se encuentra cualquier persona con las que nos cruzamos o nos encontramos para realizar alguna diligencia. La clave está en las medidas de prevención, el distanciamiento, el uso de mascarillas y protectores faciales, la desinfección permanente de las manos, sin embargo, cuando las cosas ya se han salido de control la suspensión de actividades siempre es una buena alternativa. Estamos convencidos que los trabajadores retornarán a ambientes que ya contarán con las garantías del caso y podrán desempeñar sus labores con mayor cuidado. Estos son los riesgos de la reanudación de actividades y la comuna encuentra la mejor manera de superar los inconvenientes.

LLENADORES

Los usuarios del terminal Terrestre han reparado que los llamados “llenadores”, que no son otra cosa que llamadores y buscadores de pasajeros, ha convertido el terrapuerto en un riesgo para la transmisión del covid. Y es que advierten que la presencia de estos personajes, no solo en la parte exterior sino dentro del mismo terrapuerto, es un riesgo porque están constantemente gritando, nadie los controla cuando se sacan las mascarillas, no se les observa que se desinfecten las manos y en la cuestión de distanciamiento les importa un pepino si algún pasajero pasa por su costado cuando gritan a todo pulmón. También hay que ver que se trata de gente que se gana la vida de esta manera, entonces, lo que se impone es que se ponga orden en su actividad, que el administrador los reúna y les advierta que si no cumplen un protocolo ya no podrán admitirlos en sus ambientes. En pandemia todos deben someterse a las medidas de prevención y en el terminal terrestre tienen la obligación de proteger a sus usuarios. Eso es impostergable.