Mg. Miguel Koo Vargas (*)
El fin de semana salió a la luz una nueva encuesta presidencial realizada por el Instituto de Estudios Peruanos (IEP) con algunas novedades que han tomado por sorpresa a propios y extraños. El estudio evidencia un estancamiento de dos candidatos que venían creciendo con solidez en las preferencias, como Lescano (13.9%) y López Aliaga (9.5%), en el primer y segundo lugar, respectivamente. Por otro lado, la sorpresa de esta encuesta es el repunte al tercer lugar de Verónica Mendoza (7.0%) y, en cuarto lugar, Hernando de Soto (5.7%). Rápidamente podríamos inferir que el repunte de Mendoza se debe a su desempeño en el último debate presidencial que organizó un medio capitalino hace unas semanas, en la que algunos analistas consideraron que hizo un papel “aceptable”, entre todo lo malo que hubo.
En el caso de Hernando De Soto, es interesante el crecimiento que ha tenido, al que le atribuyo dos factores que saltan a la vista. Primero, ha habido un cambio en su estrategia de imagen, conozco personalmente a los estrategas digitales de su campaña, y sé que están adecuando su posicionamiento hacia los segmentos populares que definen el voto en el Perú. De Soto, visiblemente apoyado por algunos medios como “segunda opción”, en caso Forsyth no pase a la segunda vuelta, ha desarrollado una estrategia de imagen más cercana, participando con su pareja Carla Olivieri en entrevistas, e ingresando a nuevas redes sociales como Tik Tok, buscando conectar con los jóvenes como un “tío bacán, inteligente, moderno y en onda”. No es de extrañarse que, en la primera semana, sus videos hayan tenido más de un millón de reproducciones. El segundo factor que ha sido determinante en su repunte ha sido la decepcionante participación de los candidatos en el debate del pasado domingo. Hay un sector importante que estaba indeciso, y después de lo que vimos en el debate, se han decidido por la opción, aparentemente, “más inteligente y racional” de todas. Esta semana se hizo de conocimiento público que De Soto se vacunó en Estados Unidos junto a su pareja, desatando un debate con posiciones enfrentadas en las redes sociales. Veremos en la próxima encuesta si esto lo catapulta o le resta puntos.
¿Qué podemos decir de Mendoza? Es evidente que su desempeño en el debate le sumó puntos. Su posicionamiento con los sectores populares que definen el voto en el país, es una de sus principales fortalezas. Sus propuestas radicalistas y su discurso nacionalista despiertan la esperanza en sectores que, en el pasado, ansiaron con tener un gobierno de izquierda con Humala, pero que se vieron defraudados en sus expectativas. Mendoza reencarna la versión moderna y mejorada del político abiertamente de izquierda que vio frustrado por años su intento de llegar al poder, en un país que ha estado dominado en los últimos años por gobiernos caviares de derecha. Un detalle interesante a considerar es que nunca hemos tenido una presidente mujer; junto con Keiko, son las únicas candidatas en medio de una lista dominada por hombres. Como es sabido, Keiko tiene el mayor anti voto de todos los candidatos, por lo tanto, es natural que aquellos que apuesten por tener una presidente mujer, entre ellos, los colectivos feministas y progresistas, vean en Mendoza una abanderada de la reingeniería social de llegar al sillón de Pizarro.
Lescano por su parte se ha posicionado en los pueblos del sur y de la Sierra. Su origen puneño le suma puntos en su intento de conectar con los sectores de la clase media y baja. Su discurso de tipo populista y nacionalista, claramente calan en electores que sienten que han sido marginados por años por parte del Estado, y ansían una reivindicación de sus derechos. Su desempeño en el pasado debate, claramente fue deprimente, sin ninguna propuesta realista, sin un plan contundente con pasos definidos en el corto, mediano y largo plazo. Se dedicó a atacar a Mendoza y al resto de candidatos que estuvieron presentes. Hace poco hizo unas declaraciones populistas y desafortunadas en los medios, acerca de repatriar al monitor Huáscar, capturado por los chilenos en el combate de Angamos, lo que provocó rápidamente reacciones contrarias en nuestro país vecino. Lógicamente, es imposible que los chilenos nos devuelvan un trofeo de guerra, y tampoco los peruanos nos atreveríamos a semejante insulto a la memoria de nuestro héroe Miguel Grau. A Lescano no le interesa afectar nuestras relaciones diplomáticas con un país que, durante la pandemia, se ofreció a provisionarnos de 960 toneladas de oxígeno medicinal, completando las primeras 40 toneladas importadas a fines del mes pasado. Los electores tienen que analizar seriamente su Plan de Gobierno y saber diferenciar sus propuestas con lo que es viable, y lo que raya con la utopía.
López Aliaga, otro de los candidatos estancados en la última foto de las preferencias electorales, está aferrado a su posicionamiento de candidato católico provida y empresario conservador. Su pensamiento mercantilista de la política ha frenado sus intenciones de captar la atención de nuevos segmentos más liberales y populistas. Aún es percibido como un candidato de derecha, asolapado por Castañeda y Fujimori, pasivos de los que será muy difícil desprenderse en el tiempo que le resta. Tiene ideas interesantes respecto a la reactivación económica como el plan de reforestación en la Selva o el tren de la costa, pero no tiene un plan concreto en temas tan neurálgicos para la sostenibilidad como lo es la educación en todos sus frentes. Hay una ausencia de estrategias concretas en el tema de conectividad, reforma del sistema educativo, capacitación docente, educación virtual y fortalecimiento de los sistemas de licenciamiento y acreditación para la educación superior. Ha tratado de acercarse a los sectores populares con la caricatura de “Porky”, pero es un tema tan trillado y explotado que siento que ya llegó a su techo. Definitivamente tiene que virar su estrategia en esta recta final si quiere pasar a la segunda vuelta.
Sería muy extenso este artículo si empezáramos a repasar a los demás candidatos como Forsyth, Fujimori o Urresti. Esta vez hemos querido centrarnos en aquellos candidatos que han mostrado cambios considerables en su patrón de crecimiento, según la última encuesta de IEP. Estaremos atentos a los cambios en el tablero, la siguiente semana en la que ya nos encontraremos a siete días de las esperadas elecciones presidenciales, congresales y al Parlamento Andino. Como siempre, conviene recordarle que realice un voto responsable.
(*) Analista y asesor de Comunicaciones