Editorial

::: INVESTIGANDO EL FUTURO DE CHIMBOTE :::

Este año la Universidad Nacional del Santa recibirá de parte del Ministerio de Economía y Finanzas una partida  de 259 mil 017 soles para subvencionar el trabajo de investigación científica, tecnológica y cultural que desarrollan los docentes de la referida casa de estudios, especializados en esta rama del conocimiento.

A no dudarlo, este incentivo económico es un justo reconocimiento y al mismo tiempo un esperado estímulo a la tarea de investigación universitaria, que alumnos y profesores comparten más de las veces solo por amor al arte.

El trabajo de investigación y por consiguiente la aplicación de nuevos conocimientos, es actualmente la razón de ser de todas las universidades del mundo. Eso lo estamos viendo, por ejemplo, con la labor de monitoreo de la pandemia del covid 19 que viene realizando con el mayor acierto la universidad privada Johns Hopkins de Baltimore, Estados Unidos.

Gracias al trabajo de investigación las universidades aportan al desarrollo del conocimiento humano y se conectan, como debe ser, con su respectivo entorno geopolítico. Es una tarea de alto rendimiento que se nutre de la habilidad innata para crear e innovar y que poseen algunos seres privilegiados.   

La puesta en práctica de esa habilidad es lo que permite descubrir nuevas ideas para luego convertirlas en herramientas  al servicio de la sociedad. Por lo general, y así lo demuestra la historia, son la investigación y los descubrimientos el puente más corto que conecta a la humanidad con el futuro.

Sin embargo, en la mayoría de los casos hemos visto que el trabajo de investigación científica, tecnológica y cultural, a pesar de todo el valor que encierra, todavía es incomprendido. La gente que se dedica a esta labor tiene que hacerlo por iniciativa y cuenta propia. Más de las veces, se ven obligados a tener que salir a tocar puertas, sin recibir ninguna respuesta y, lo que es peor, deambular de oficina en oficina con sus proyectos bajo el brazo. Por causas como ésta, muchas ideas y descubrimientos nunca se han hecho realidad, y lo han logrado ha sido después de mucho tiempo.

Pero ya que el MEF ha decidido apoyar a los profesores de la Universidad Nacional del Santa en su trabajo de investigación, es de esperar que las cosas cambien para bien al interior de esa casa de estudios. Ahora le toca a los profesores corresponder ese reto.

Ya en el 2017, un proyecto elaborado por la Universidad Nacional del Santa bajo el título “Producción de Abono Orgánico en Base a Residuos de Conchas de Abanico”, fue seleccionado por el CONCYTEC como uno de los diez mejores trabajos de investigación del año. Nada impide que la historia vuelva a repetirse. ¿No es asi?

Con un universo privilegiado en lo que a recursos naturales se refiere y con un trabajo de investigación que optimice el aprovechamiento de estos recursos, el futuro de Chimbote también merece ser privilegiado.

Se sabe de la existencia de miles de tesis guardadas en los archivos de la UNS, con ideas y planteamientos que no se conocen y que bien pueden ser útiles para la industria, la alimentación y la salud, sin dejar de mencionar la posibilidad de atraer nuevas inversiones y generar nuevos puestos de trabajo.

No es ninguna novedad: invertir en investigación es invertir en el futuro y eso es lo que Chimbote necesita.