Por: Víctor Andrés Ponce (*)
Actualmente, según cifras Según la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho, del INEI), más de 3.6 millones de peruanos no tienen acceso al agua potable. En el ámbito rural son más de 2.1 millones y en el urbano más de 1.5 millones. Asimismo, 7.4 millones, no cuentan con acceso al servicio de saneamiento. En Cajamarca, la región gobernada durante ocho años por los socios de Castillo, se vive una situación dramática que se profundiza en un contexto sanitario adverso como este.
Vayamos a los números en la región. En Cajamarca actualmente el 74% de las viviendas tiene acceso a la red pública de agua, y solo el 38% a la de alcantarillado. Semejantes número ponen a la región cajamarquina por debajo de los promedios del país nacionales. Y si bien estos números nos dan la percepción de que la situación no resulta tan dramática, sí lo es. Un reciente informe, denominado “Plan regional de saneamiento Cajamarca”, revela los verdaderos problemas con respecto al acceso del agua y al servicio de saneamiento.
Según ese informe, casi el 90% del sistema de abastecimiento de agua en la región es del tipo de “gravedad sin tratamiento”. ¿Qué significa lo anterior? Que el agua potable no es desinfectada ni descontaminada. Es decir, que el agua que toman las familias cajamarquinas los está enfermando. En provincias como San Pablo, el abastecimiento sin tratamiento es del 100% y en Chota del 90%. Quizá cabría aquí la observación siguiente: en Hualgayoc, la provincia que recibe más canon minero en toda la región, la cobertura del agua sin tratamiento es del 98%.
El otro problema es la infraestructura. Hoy, apenas el 34% de los sistemas de abastecimiento se encuentran en buenas condiciones; mientras que todo lo demás, o sea el 66%, está colapsado o en malas condiciones. En Cajabamba, San Pablo y San Miguel la situación es tan crítica que el problema supera el 60% de la infraestructura.
¿Qué hicieron los gobiernos socialistas de Gregorio Santos y el Movimiento de Afirmación Social (MAS), hoy amigos y socios de Castillo? Veamos. Santos hizo suyo el más grande proyecto que tuvo la región sobre agua potable y alcantarillado (“Ampliación y mejoramiento de los sistemas de agua potable, alcantarillado y tratamiento de aguas residuales” por S/. 350 millones”); sin embargo, este proyecto fue logrado y diseñado por el antecesor ex gobernador Jesús Coronel, quien además dejó 295 proyectos en estado viable. Luego de semejante inversión no hubo en la región, durante los gobiernos de Santos y su socio Porfirio Medina, otra inversión semejante.
Si hoy la propuesta radical triunfa en algunas zonas, como en Cajamarca, es simplemente porque el Estado, gobernado durante años por el radicalismo marxista, simplemente los llevó al fracaso. Cajamarca tiene 16 de los 20 distritos más pobres del país, según el INEI, y es una de las regiones más pobres a pesar de la minería y sus ingentes recursos. Vale recordar también que Santos tuvo más de S/ 3,000 millones de canon minero. Hoy todos pagamos las consecuencias. En ese sentido, Pedro Castillo es la continuación del modelo fracasado de gestión pública de sus socios.
(*) Director de El Montonero (www.elmontonero.pe)