Editorial

::: PALABRAS QUE HIEREN :::

En una entrevista concedida a Canal N, el científico Modesto Montoya Zavaleta no tuvo reparos en deslizar una frase que ha caído como una puñalada en la dignidad de Chimbote. Insinuar con total sarcasmo que la gestión del ex presidente Alejandro Toledo es producto de una “cultura chimbotana”, resulta ser una ofensa ruin e inaceptable. El rechazo y la condena unánime que ha generado tan desafortunada expresión, ha llevado a la Municipalidad Provincial del Santa a declarar persona no grata al doctor Modesto Montoya. Una decisión que toda la ciudad comparte.

El agravio contra Chimbote, difundido a nivel nacional, es todavía mayor porque viene de alguien que no solamente acumula múltiples títulos académicos obtenidos en diversas partes del mundo, sino también porque en un determinado momento de su vida estuvo estrechamente relacionado con esta ciudad.

Por coincidencia, igual que Alejandro Toledo, quien es oriundo del distrito de Ferrer, provincia de Pallasca, el científico Modesto Montoya, natural de Salpo, provincia de Otuzco, también pasó su niñez y adolescencia en Chimbote, concluyendo su formación secundaria en las aulas del Politécnico Nacional del Santa. Su estancia en esta tierra que supo acogerlo, permanece en el recuerdo de los vecinos de la cuadra 13 del jirón Manuel Ruiz, barrio Bolívar.

No ha quedado claro qué es exactamente lo que ha querido decir el doctor Modesto Montoya al relacionar la gestión de ex presidente Toledo con una supuesta ”cultura Chimbotana”. Sin embargo, por la forma sarcástica como lo dijo, no deja de sugerir una ingrata y antojadiza comparación que solo fue graciosa para él. A buen entendedor, pocas palabras.

Quisiéramos pensar que su inexperiencia en el movedizo terreno político ha llevado al doctor Montoya a cometer un exabrupto. Pero, lamentablemente, existen palabras que causan heridas profundas, difíciles de pasar por alto y poder olvidar. Mancillar la dignidad de una ciudad es como hacer añicos un cristal. Por más reparaciones que se hagan, no vuelve a quedar igual.

Por otra parte, no creemos que el doctor Montoya haya olvidado que hace seis años la Municipalidad Provincial del Santa, en representación del pueblo de Chimbote, lo declaró Hijo Ilustre y le otorgó la Medalla de la Ciudad. Todo ello en reconocimiento a su dilatada trayectoria profesional y al mismo tiempo como muestra de respeto y cariño. De ahí que, como dicen los buenos combatientes, no basta con recibir una medalla en el pecho. Lo más importante es honrar ese galardón conforme pasan los años. Ahí está el mérito.

No es propósito de este comentario echar más leña al fuego, pero sí, como hijos de esta tierra, solidarizarnos con la actitud asumida por la Municipalidad Provincial del Santa. Chimbote no tiene porque guardar silencio ni aceptar ofensas de semejante calibre, vengan de donde vengan.

No está demás recordar que frente a expresiones y actitudes de esta naturaleza, existe una palabra llamada gratitud, que no cuesta nada poner en práctica.