Editorial

::: NO HAY CAMA PARA TANTA ANGUSTIA :::

En este medio de comunicación la norma principal que rige nuestra labor periodística tiene como piedra angular la verdad y la objetividad. No somos partidarios de dar crédito ni tampoco compartimos especulaciones y rumores infundados. Como se puede ver a cada momento, el único objetivo de toda información falsa es crear alarma en la comunidad. Existen personas que se deleitan con eso. Ya bastante tenemos con las malas noticias que diariamente nos trae la pandemia como para añadir más leña al fuego. Sin embargo, no está demás recordar que, igual que para comer pescado, para informar correctamente también hay que tener mucho cuidado. Para ser más precisos e ilustrativos, acudimos a las palabras inequívocas de Santo Tomás: ver para creer.

Desde esta invariable posición, nos resistimos a dar por aceptada la insinuación que exista un supuesto negociado de camas UCI en el hospital III de Essalud, como se viene especulando en forma temeraria y sin sustento alguno a través de las redes sociales.

La disponibilidad de apenas 24 de estas camas para garantizar la atención de 25 mil asegurados, no deja de ser motivo de fundada alarma y justificada preocupación. En dicho hospital no hay cama para satisfacer tan colosal demanda y así lo demuestra  la incidencia que tiene este déficit en el índice de fallecimientos que se registra a diario.

Es posible que a estas alturas de la pandemia, escenarios como el que acabamos de señalar alimenten una suerte de angustia colectiva, pues nada contribuye a elevar aún más la sensibilidad humana que sentirse desamparado y no tener a dónde acudir. Situación de la que se aprovechan personas inescrupulosas, no para transmitir consuelo y aliento sino más bien para propagar pánico y zozobra.

Pero esta astringencia no exonera la obligación de los directivos del Hospital para disponer  una investigación a fondo. Y no solamente por aquello de que quien no la debe no la teme, sino también para poner a salvo la salud moral de la institución y de quienes trabajan a su servicio.

Se cree, y eso se tiene que descartar de plano, que algunos servidores han ofrecido a los familiares de pacientes covid, el acceso a una cama UCI a cambio de una determinada suma de dinero. Se habla incluso de adelantos a cuenta. Pero, reiteramos, solo se trata de comentarios que no han sido fehacientemente comprobados. En el fondo, todos deseamos que eso sea mentira.

Pudiera ser que esta especulación tenga como referencia el caso de tres vigilantes del área de Emergencia que fueron sorprendidos robando balones de oxígeno que luego negociaban en el exterior. Actos de esta naturaleza no dejan de alentar sospechas ya que donde hubo fuego, cenizas quedan.

Por lo demás, solo queda recordar que las redes sociales han perdido mucho de credibilidad. Las personas que utilizan este medio para lanzar falsas noticias suelen esconderse detrás de una falsa identidad o en el anonimato. Como dijimos hace unos días en este mismo espacio, los mensajes que se transmiten a través de las redes no son más que una versión moderna de los inmundos pasquines o panfletos del pasado.

En ese sentido, han hecho bien el gerente de la institución, Dr. Ramón de la Cruz, y el director del hospital, Dr. Oswaldo García, en asegurar que van a llevar a cabo una profunda investigación para descartar la falsedad o veracidad de las noticias. De ser ciertas, ambos directivos han adelantado que los culpables serán ejemplarmente sancionados. Les tomamos la palabra porque de por medio está la salud moral de Essalud.