Editorial

ENCOMIABLE CAMPAÑA DE LIMPIEZA MENTAL

Por todo lo que está sucediendo aquí y en todas partes del mundo, no nos queda la menor duda que una de las secuelas de mayor impacto que la pandemia del covid está dejando a su paso es un terrible daño sicológico. Millones de familias que han sufrido la pérdida de uno o más seres queridos y otras que están luchando para superar los efectos del contagio, viven en este momento bajo el tormento de estas secuelas y lo que es peor sin saber cómo superarlas.

Como todo enemigo invisible e implacable, que ataca sin ser detectado y sin brindar a sus víctimas mayores oportunidades de defensa,  el covid tampoco hace distingos de condición económica, social ni de otra índole. Ataca sin piedad a todos por igual. Nadie puede sentirse libre de caer en sus garras.

Esta situación de zozobra e impotencia ha puesto a la humanidad ya no al borde sino al centro de una sicosis colectiva cuya magnitud no tiene precedentes. Con mayor razón porque lejos de darse por vencido, el virus ha empezado a camuflarse bajo otras variantes haciendo difícil su erradicación.

Ante el embate de esta sicosis que no tiene fronteras,  la joven sicóloga Kattia Gonzales Azañedo ha emprendido una encomiable campaña, bautizada con el nombre de “Mentes limpias, siempre” cuya finalidad es ayudar a las familias a superar las secuelas del covid.

Con todo el entusiasmo de su juventud y dando muestras de un contagiante espíritu de solidaridad, la joven profesional está llevando a cabo esta campaña en forma gratuita y recorriendo con sus propios medios diversos lugares de Chimbote y Nuevo Chimbote. Como dice el refrán “Si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma”.

Nadie puede negar que todos, sin excepción alguna, estamos padeciendo nuevos temores y enfrentando nuevas fobias. Todo indica que en adelante vamos a tener que incorporar a nuestra vida diaria nuevos patrones de conducta, tanto en lo personal como en lo colectivo. Pero para eso necesitamos de la ayuda y orientación de una persona profesional.

Lamentablemente ni en Chimbote ni en toda la región Ancash, existe un centro especializado en atender problemas de salud sicológica. Solo existen consultorios adscritos a determinados centros hospitalarios y otros de atención particular, que no cubren las necesidades de toda la población.

Por ahora, la iniciativa emprendida por Kattia es suplir esta carencia,  una actitud que es digna de aliento y todo reconocimiento. En ese sentido no estaría demás que el gobierno regional de Ancash empiece a considerar en sus planes la necesidad de instalar un centro de salud mental al servicio de la población ancashina, como existe en la mayoría de ciudades del mundo.  Eso es tan importante y beneficioso como comprar directamente las vacunas.