Editorial

::: SEGUNDA OPORTUNIDAD :::

Plazo de emergencia o en otras palabras nueva oportunidad de licenciamiento. Ese es el fondo que utiliza el congresista Darwin Espinoza Vargas para lanzar el salvavidas o darles una nueva oportunidad a las universidades no licenciadas.

Lamentablemente por los problemas internos ya conocidos la Universidad Católica de Chimbote, Uladech, no pasó el licenciamiento de la Sunedu y quedó al margen del control del órgano que tiene a su cargo la educación universitaria en nuestro país. Pero además de ello se sumó otro problema  que abrió otro frente de disputa a dicho centro de estudios como es el hecho de aquella fusión con una universidad trujillana.

Con esos problemas llegó a ser la máxima autoridad el sacerdote Juan Rodríguez Ruiz y es él quien ha enfrentado estas etapas difíciles de poder conseguir nuevamente una oportunidad para el licenciamiento.

El congresista Darwin Espinoza Vargas tiene una iniciativa que podría ser la solución a los problemas de esta casa de estudios. Espinoza se ha reunido con Rodríguez Ruiz y obtuvo más detalles sobre la situación de esta casa de estudios.

Es importante precisar que la ULADECH fue creada por una ley y para que deje de existir tendrá que promulgarse otra ley. Aquí está el punto donde las autoridades de la universidad chimbotana tienen base legal solicitar un nuevo plazo para conseguir el licenciamiento.

Entendemos que el congresista buscará las razones legales de tal forma que el proyecto de ley que elabora pueda pasar todos los filtros en el congreso, sobre todo el de la Comisión de Educación. Además, debe tener en cuenta que son varias las universidades que no han sido licenciadas y que han sido creadas por ley.

No sabemos cuánto puede demorar el trámite, pero Espinoza Vargas deberá poner empeño que permitan que el proyecto de ley no se entrampe y pueda ser vital para los intereses de esas universidades particulares que no pasaron el licenciamiento de la SUNEDU.

EL ORDEN ES PRIMERO

La Ordenanza Municipal 016 del 2014 de la Municipalidad Provincial del Santa impide que vehículos menores se dediquen a realizar comercio ambulatorio en las calles de la ciudad. Es por esta razón que los triciclos acondicionados para su carga y con enormes parlantes, que se dedican a vender mascarillas están siendo impedidos de circular por las calles del centro de la ciudad.

Al margen de la prohibición de estos vehículos, lo que genera molestia con los tremendos parlantes y equipos de sonido que utilizan para lograr atención y lógicamente, la sola presencia de estos triciclos genera desorden, porque se estacionan donde les viene en gana y porque si tienen que utilizar la mitad de la calle lo hacen generando más desorden en el tránsito.

En los últimos meses, la proliferación de estos vehículos ha aumentado y de repente con razón porque mucha gente quiere producir ingresos, pero no debe provocar desorden, ni emitir ruidos molestosos en la vía pública.

Es el momento de ordenar y poner autoridad en la ciudad en el comercio ambulatorio, que resulta incontrolable muchas veces.