Editorial

::: LIMPIEZA Y PARTICIPACIÓN CIUDADANA :::

Anteayer  en este mismo espacio el DIARIO DE CHIMBOTE no dudó en atreverse a lanzar una propuesta que presumíamos  no iba a caer en saco roto, al menos  en los predios de la comunidad. Y lo hicimos porque somos testigos de una realidad que muchos se niegan a ver y aceptar como si con eso se puede ocultar el sol con un dedo.

Propusimos que, en vez de solamente perseguir y sancionar a quienes arrojan basura en la vía pública, las autoridades municipales deberían más bien estimular entre los vecinos la participación activa en  la limpieza y el ornato de su propio vecindario. La propuesta no es nueva, tampoco desconocida, ni difícil de emprenderse. Solo hace falta una voz, como Lázaro espera, que de diga “levántate y anda”.

Pero para que esta participación pase del dicho al hecho, trajimos a la memoria una circunstancia imprescindible: de parte de las autoridades municipales, los vecinos necesitan una motivación o estímulo. Sin medias tintas, sugerimos que el estímulo bien puede ser, entre otras alternativas, la premiación al barrio más limpio o al parque mejor presentado. El premio no tiene porque ser dinero en efectivo, sino más obras para la comunidad. En anteriores ocasiones, de las tantas que hemos sido testigos,  la respuesta de la comunidad no se ha hecho esperar. Ha sido inmediata,  positiva y ejemplar

Sin discusión alguna, una demostración de esta respuesta  es la noticia que dimos a conocer ayer. Un entusiasta grupo de vecinos de Villa María y Primero de Mayo del distrito de Nuevo Chimbote, realizó por propia iniciativa y con sus propios medios una jornada de limpieza que hace mucho tiempo no se veía por estos lares.  La jornada se llevó a cabo en las vías auxiliares de ambos vecindarios las mismas que se ubican en forma paralela a la Panamericana Norte y que hace mucho tiempo vienen reclamando orden y limpieza en todos los idiomas.

No dudamos que esta jornada, por muy breve que haya sido, servirá de estímulo para que otros sectores de Chimbote y Nuevo Chimbote hagan lo mismo. Hace unas semanas un grupo de artistas locales, a pedido de los propios vecinos,  pintó murales con motivos cívicos y de identidad cultural en el pueblo joven Dos de Mayo.  A pesar que ninguna autoridad ha dado muestra del menor interés, el hecho ha sido motivo de gran trascendencia  y  enorme repercusión a nivel de la prensa.

Con inocultable malestar, hemos visto asimismo que en últimas gestiones municipales, incluyendo la actual, el concepto y la práctica de lo que significa la participación ciudadana se ha desnaturalizado casi por completo. Alguien le ha hecho creer a los alcaldes de turno, que la participación ciudadana consiste en convocar a los moradores de un determinado sector o asentamiento humano, incluido niños,  para que desfilen los días domingo en la plaza de armas dando vivas al alcalde. Eso no es participación, eso es humillar al pueblo obligándolo, sabe Dios a cambio de qué,  a ser parte de una portátil.

En vez de exponer a los vecinos a esta suerte de humillación pública ¿no sería mejor otorgar un premio al barrio más limpio y ordenado?. Eso es participación.