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PROYECTO “VIDA MÁS ALLÁ DE LA TIERRA” ES RECONOCIDA POR LA NASA

Iniciativa de chimbotanos:

De diferentes profesiones, seis neochimbotanos fueron reconocidos por la NASA a nivel mundial, tras presentar un proyecto que ayudaría a los navegantes que salgan del planeta tierra a sobrevivir en el espacio.

El grupo estuvo conformado por Teodoro Antonio Cordero Perdomo, licenciado y magíster en Matemáticas (38); Ramón Antonio Padilla Hernández (39), Licenciado y Magíster en Matemáticas; Ariana Marisol Vega Lecca (11), estudiante en el colegio Ramón Castilla; Ruth Jimena Ventura Gutierrez (28); psicóloga de profesión y Belisa Salazar Poma (28), obstetra. Ambos varones nacidos en el país hermano de Venezuela y las señoritas nacidas en Chimbote.

“Vida más allá de la tierra”, fue el proyecto que este grupo eligió para presentarlo en el concurso que realizó la NASA a nivel mundial, recibiendo el reconocimiento por pate de esta agencia del gobierno estadounidense; y quedando dentro de los 100 mejores proyectos.

El proyecto mencionado consistía en desarrollar un sistema de control de requerimientos nutricionales a través de las semillas que vuelan, integrándoles un proceso de adaptaciones psicológicas, a través de un dispositivo de realidad virtual. Además, la implementación de un tablero con la función de cuantificar matemáticamente todas las variables del sistema, mediante la recolección de datos de bases teóricas, datos de la NASA y el uso de Software.

Tal como se sabe, en las zonas de habitabilidad existe un límite superior, el cual existe un límite inferior con una temperatura caliente y el límite superior, con una temperatura fría. Lo que ellos propusieron fuer crear un tablero de mando que tendrá la base de datos a nivel nutricional, de todo tripulante; en base a algoritmos matemáticos, y elementos psicológicos y nutricionales tanto de los seres humanos como las plantas que ellos enviasen de alimento al planeta rojo.

Cada semilla, de acuerdo a la base de datos registrada de cada uno de ellos, les indicará que semilla deben consumir para seguir una dieta especial, pues estas zonas límites de habitabilidad pueden afectar a los sistemas del organismo. Por ende, con estas semillas, a medida que avanzan en el espacio, se activan estos sensores para consumir la semilla que mejor se adecúe a su cuerpo.

Nuestro medio se comunicó con Ramón Antonio Padilla, quién llegó desde Venezuela a Perú en el año 2019 para trabajar en un colegio en la ciudad de Lima. Tras ello, participó de un seminario por parte de la UNI, y luego llegó a la ciudad de Chimbote, donde labura actualmente de profesor en el colegio Peter Norton.

Padilla Hernández comenta que a todos los integrantes de este equipo de trabajo los conoció en la iglesia cristiana 1ro de Mayo y por la buena comunicación que tenían, cuando se enteró de este concurso, no dudó en llamarlos. “Me enteré una semana antes del proyecto y en tres días lo elaboramos para presentarlo. El trabajo en equipo es muy importante, nos logramos acoplar rápido en una lucha contra el tiempo”.

Este concurso se llevó a cabo el pasado 01, 02, 03 del presente, donde fueron 28´000 participantes a nivel mundial y conformándose 15´000 equipos. Cada día significaba un desafío para pasar a las siguientes rondas. Padilla nos relató que tras el primer desafío el día viernes, quedaron 1200 equipos en juego. En el segundo desafío, realizado el sábado, fueron 300 los equipos que pasaron al siguiente. Y, tras el último desafío, fueron 198 equipos o proyectos, que fueron reconocidos como los mejores por la NASA.

Además, se sometió a una votación por cuestionario de Google, para obtener una mención especial, y aunque no ganaron, la satisfacción de estar dentro de este grupo era bastante grata. “Teniendo fe en Dios y su sabiduría de la mano, todo se puede. Nunca nos rendimos y esto nos dejó mucho aprendizaje”, señaló el joven venezolano del equipo.

Asimismo, se refirió a este honor para la ciudad de Chimbote como un logro histórico académicamente y un gran premio, pues motiva a los más jóvenes a estudiar más, no rendirse, y también interesarse por la ciencia. Este proyecto les deja la lección de ser competitivos en el mundo, y no importase de donde uno viene; seas peruano, americano, o de otro país.

Además, añadió que días después del concurso, la NASA les envió un correo mencionando que, en diez años de concurso no habían visto un proyecto de tal magnitud, fue una gran idea. A pesar, que su traducción no estuvo correcta, estarán en contacto con ellos para ayudarles a llevar este premio a una realidad.

Finalmente, este medio de comunicación extiende un cordial saludo y felicitaciones a los integrantes del equipo por traer este premio y reconocimiento a Chimbote. Gran trabajo.