Opinión

EL FORRO DE SAO PAULO

Socialismo y corrupción:

Por: Fernando Zambrano Ortiz (*)

<<No cabe duda que nos encontramos ante un nuevo episodio Latinoamericano de la saga “Los corruptos del Foro de Sao Paulo”, que por el delictivo accionar de sus más “ilustres” representantes, debería pasar a denominarse “El Forro de Sao Paulo”.>>

Desde aquel lejano julio de 1990 en que organizaciones de izquierda y hasta movimientos guerrilleros latinoamericanos se reunieron en Sao Paulo – convocados luego de una reunión entre Fidel Castro y Lula Da Silva – ha corrido mucha agua bajo puente. Pero no sólo agua es lo que ha corrido, sino también mucho dinero sucio provenientes de actos de corrupción socialista.  Populismo y corrupción son las cartas de presentación de los gobernantes socialistas Latinoamericanos del “Foro de Sao Paulo”, cuyas familias ostentan grandes fortunas en paraísos fiscales.

“Más rico que muchos reyes y con una fortuna similar a la de algunos sultanes”. Así describió “Forbes” al fallecido líder de la revolución cubana Fidel Castro. De acuerdo con la publicación, el dictador socialista cubano habría llegado a acumular más de 110 millones de dólares en sus cuentas bancarias, que incluirían inversiones en el extranjero. No obstante, tres años más tarde, la revista financiera aseguró que la fortuna de Castro había aumentado ocho veces su valor gracias a su intervención en empresas estatales.

Anticapitalista, socialista y férreo defensor de los pobres, así se autodenominaba Hugo Chávez Frías, pero detrás de ese discurso hubo manejos turbios de las finanzas en Venezuela. Chávez tenía 17 fincas de 400.000 dólares cada una, además de flotas de autos y las cuentas fuera del país por montos de 200 millones de dólares. El autoproclamado socialista del “Foro de Sao Paulo” contaba con un avión Learjet 60, su Global Express con un costo de 23 millones de dólares y un Falcón 900 LX de 40 millones de dólares.  Jerry Brewer, experto en antiterrorismo, calcula que la fortuna de la familia Chávez abarca 1.800 millones de dólares. Al ex dictador socialista venezolano no le alcanzó la vida para disfrutarla

El brasilero Lula Da Silva, otro miembro del “Foro de Sao Paulo”, fue condenado por aceptar que una constructora le reformase un apartamento de lujo, en la costa de Sao Paulo, a cambio de favorecer en negocios con la petrolera estatal Petrobras. En 2005 los medios de Brasil sacaron a la luz pública el primer gran caso de corrupción de su gobierno. Entonces se denunció que él y José Dirceu, su asesor más cercano, habían montado su propia red de corrupción en Brasil.

En Argentina la fiscalía estimó en al menos 160 millones de dólares el monto de los sobornos que habrían sido pagados durante el gobierno del fallecido Néstor Kirchner. Por su parte, Cristina Kirchner está procesada en nueve causas por supuesta corrupción durante su presidencia. La fortuna de los Kirchner es investigada por la Justicia en una causa por lavado de dinero. De acuerdo a las últimas declaraciones juradas de Cristina y Máximo ante la Oficina Anticorrupción, ambos suman unos $417 millones, pero a esta millonaria cifra se le deben sumar los bienes y propiedades de Florencia Kirchner, que posee la otra mitad de la herencia del expresidente Néstor Kirchner. Y así podríamos seguir con la fortuna de Maduro y otros insignes miembros del Foro de Sao Paulo.

Es por ello que no nos debe extrañar que en el Perú – con un gobierno del mismo “filium” político del “Foro de Sao Paulo” – no haya día en el que no salga a la luz una nueva denuncia por corrupción gubernamental al más alto nivel. Todo da a entender que en el gobierno de Pedro Castillo existe una organización criminal, cuya hoja de ruta no varía en el aspecto delictivo con la de los socialistas latinoamericanos antes indicados.

El presidente Pedro Castillo, denunciado por el procurador general, convertido en protagonista de continuos destapes periodísticos que vinculan a su gobierno en actos de corrupción e investigado por la Fiscalía y el Congreso de la República, día a día se aproxima de manera firme y sostenida a una vergonzosa destitución por permanente incapacidad moral.

Todos estos gobernantes socialistas latinoamericanos tomaron el poder de malas maneras, recurriendo a manidos y baratos discursos populistas, para “forrarse” los bolsillos con dinero proveniente de la corrupción. “Pueblo”, “pobres”, “exclusión” y “explotación” en boca de un socialista del “Foro de Sao Paulo”, no son más que palabras vacías de contenido y llenas de encubrimiento de su turbio accionar.    

No cabe duda que nos encontramos ante un nuevo episodio Latinoamericano de la saga “Los corruptos del Foro de Sao Paulo”, que por el delictivo accionar de sus más “ilustres” representantes, debería pasar a denominarse “El Forro de Sao Paulo”.

(*) Político