Editorial

DINERO HAY, LO QUE FALTA ES CAPACIDAD

Inversión pública en Ancash:

Esto tampoco es una novedad. Durante el 2021, el promedio de ejecución de inversión pública que  han alcanzado a duras penas el gobierno  regional y las municipalidades provinciales y distritales de Ancash, ha sido de tan solo el 60 por ciento. Pero este deficiente rendimiento no se debe a la falta de dinero sino a la falta de capacidad de gestión de la que adolecen las autoridades y funcionarios  que se encuentran al frente de estas instituciones.

Si  dicha capacidad hubiera sido al menos medianamente satisfactoria, otro sería el resultado y, en vez de un 60 por ciento de ejecución presupuestal,  tranquilamente la región Ancash habría sobrepasado el 90 por ciento, como lo han logrado otras regiones del país.  En lugar de aceptar  la vergonzosa humillación de devolver millones de soles al tesoro público, Ancash estaría sacando pecho con la ejecución de muchas obras y proyectos que hace mucho tiempo esperan convertirse en realidad.

En estas circunstancias, de nada ha valido que el estado haya puesto a disposición de Ancash un presupuesto inicial de apertura (PIA) del orden de 4 mil 518 millones de soles, ya que solo se ha utilizado algo más de 2 mil 500. Como cuando se pone a un niño de cinco años frente al timón de un trayler, los funcionarios del gobierno regional y de las municipalidades provinciales y distritales, no saben cómo conducir la situación.

Esto se debe a que, con cada cambio de gestión, la gran mayoría de ellos son convocados sin importar el nivel de capacidad técnica y profesional que los respalde, sino simplemente gracias a la relación de amistad, al intercambio de favores políticos y al compromiso asumido con quienes financian las campañas electorales. Muchos de ellos, incluso, arrastran procesos judiciales en marcha por malos manejos en la gestión pública, sin que eso le importe a nadie.

Por esa razón, muchas de las autoridades y funcionarios  que llegan al gobierno regional y a las municipalidades y distritales, lo hacen convencidos de estar asumiendo la conducción de una chacra de su propiedad donde pueden hacer lo que les de su regalada la gana.

Desde un primer momento, la falta de capacidad de gestión de estas autoridades y funcionarios se advierte con la elaboración de los expedientes técnicos. La mayoría de estos documentos no pasan los filtros del gobierno central porque simple y llanamente están mal elaborados y adolecen de clamorosas deficiencias.  Inclusive, se han dado casos en que, mucho antes  de pasar estos filtros, la Contraloría General de la República ha puesto el dedo en la llaga haciendo conocer a tiempo las observaciones correspondientes.

Como resultado de estas deficiencias, la mayoría de los planes de gobierno  que alcaldes y gobernadores ofrecen en sus campañas electorales, al final solo quedan en el papel.

Como lo ha dicho  el ex ministro de Economía Luis Miguel Castilla al referirse a esta triste realidad, se necesita mejorar  la capacidad técnica de los funcionarios públicos y dejar atrás la incapacidad e improvisación. Solo así otra sería la realidad de Ancash.