Política

ACTUALIDAD & POLÍTICA …

SICARIOS

La madrugada de ayer martes sin duda fue convulsa por los hechos violentos ocurridos en Villa María, pues a una fiesta familiar ingresaron sicarios y asesinaron a tres personas y una quedó herida. Nos estamos convirtiendo en tierra de nadie, no es la primera vez que ocurre, los actos violentos delincuenciales se repiten semana a semana y no hay forma de encontrarle solución al problema. Desde aquí hemos solicitado que el Comité Provincial de Seguridad(COPROSEC) se reúna para poder establecer estrategias y tomar medidas. Ayer, la congresista Camones Soriano ha solicitado públicamente que se declare en emergencia Ancash. Lo cierto es que la medida de seguridad tienen que llegar desde el Ministerio del Interior para fortalecer fundamentalmente la Policía Nacional y los mecanismos con los que cuenta en su dependencia de inteligencia e investigación. Todo indica que los hechos violentos ocurridos semanas atrás forman parte de ajustes de cuentas, pero eso lo tendrán que establecer las investigaciones que por lo que trasciende no se realiza, pues los sicarios llegan en motos y luego desaparecen. Es cierto que hoy se observa a efectivos policiales en las calles, lo hemos comprobado, caminan en parejas y se les observa durante el día; de la misma manera a elementos motorizados, pero al margen de estas decisiones que tienen que ver con la presencia de efectivos en las calles para otorgarles seguridad a las personas; lo importante será que se establezcan los aparatos de investigación para descubrir cual eres el origen de estos asesinatos a mansalva porque es inaceptable que entren a una vivienda y maten a tres personas.

POLICÍAS JUDICIALES

De la misma forma, la Alta Dirección de la Policía Nacional tendrá que poner fin a esos hechos denigrantes que ocurrieron el jueves pasado en la Plaza Mayor de Nuevo Chimbote donde César Campos Noriega y Oscar Ulloa Chuquimango, efectivos policiales pertenecientes a la dependencia de la Policía Judicial, atacaron a un joven transeúnte, golpeándolo pero felizmente con la presencia de personas, del serenazgo y de la Policía Nacional evitaron que se consuma un hecho delincuencial. Estos sujetos, porque no se les puede llamar de otra manera, denunciaron al joven en la comisaría argumentando haberse resistido a la autoridad. En su versión, el joven atacado Christian Álvarez Tueros cuenta de modo descarnado como ocurrieron los hechos y que incluso la fiscal que intervino inicialmente creyó en la versión policial. El análisis de los hechos señala que este es un modus operandis porque no sólo se trata de Álvarez Tueros; sino también de otras personas, por lo tanto, la Alta Dirección de la Policía Nacional debe tener en cuenta las denuncias públicas que han aparecido desde que se conoció el ataque a Álvarez Tueros. No se puede seguir soportando presencia en la Policía Nacional de sujetos que se dedican a este tipo de menesteres, atacar a indefensos civiles, con el argumento que están persiguiendo a un requisitoriado. Aquí, en nuestra ciudad, se necesita la intervención del Ministerio del Interior de tal manera que no sólo establezca un aparato de inteligencia para combatir el crimen, sino también la reorganización obligatoria de las muchas dependencias policiales donde pululan malos efectivos que actúan como delincuentes. A lo largo del 2021, estas páginas han publicado permanentemente y semana a semana el delinquir de estos efectivos policiales.

TERMINAL TERRESTRE

Hasta hoy no hay una versión oficial sobre el corte de luz que sufre el Terminal Terrestre y que afecta definitivamente a los usuarios y a las empresas que ahí tienen sus centros operativos. Ni la Municipalidad Provincial del Santa y tampoco Hidrandina se han pronunciado al respecto, pero ante las quejas de todos y el hecho evidente que no existe el servicio eléctrico, es necesario que se pronuncien. Un lugar de servicios públicos como es el Terminal Terrestre no puede estar con el servicio eléctrico cortado. No sólo es una falta de respeto al público usuario, sino también que la negligencia es terrible por parte de todos los involucrados.