Editorial

::: EL MURO DE LOS LAMENTOS :::

Dique construido por Chavimochic:

El viernes último, atendiendo el pedido de la congresista Lady Camones  Soriano y  de los agricultores que conforman la Junta de Usuarios del Canal IRCHIM, los principales funcionarios de la Autoridad Nacional del Agua  y representantes de las partes comprometidas, inspeccionaron  el muro de concreto que ha construido  el proyecto de irrigación Chavimochic en medio del cauce del río Santa, el mismo que cumple la clara función de desviar un mayor volumen de agua hacia la bocatoma del proyecto liberteño.

Abrumados por las evidencias, uno de los funcionarios de Chavimochic argumentó que la construcción del muro, también llamado barraje, está contemplado en su proyecto original,  lo que tendrá que ser demostrado en su debida oportunidad. Aún así, dicha afirmación no deja de ser contradictoria toda vez que hace unos días  los mismos funcionarios expresaron que el barraje  tenía carácter provisional.  Si esto último fuera cierto, ¿por qué entonces han utilizado  material de concreto armado en su construcción? , tal como lo hizo ver la congresista Camones.

El hecho es que el referido barraje ya está desviando un mayor caudal de agua hacia la bocatoma de Chavimochic y esto quedó probado en forma fehaciente  a  la hora en que los inspectores  ordenaron la apertura de las respectivas compuertas. ¡Imposible negar lo innegable!.

Como bien lo ha dado a conocer un spot  publicitario difundido a través de diversos medios de comunicación,  la III Etapa de Chavimochic  permitirá, entre otros beneficios, incorporar en forma inmediata 35 mil nuevas hectáreas de cultivo para la agroexportación y del mismo modo garantizar el abastecimiento de agua potable a una población estimada en un millón de habitantes.  Sin embargo, a  pesar que el spot se cuida de no mencionarlo, lo cierto es que estos  y otros beneficios solo podrán obtenerse gracias a una mayor captación de las aguas del río Santa.

Ante esta verdad axiomática, no se necesita de mayores análisis ni interpretaciones para entender en toda su extensión la razón  por la que ha  sido construido el barraje. Pero lo que sí se requiere, y sin más dilación de tiempo,  es conocer a ciencia cierta hasta qué punto este reparto de aguas, que se ha impuesto en forma inconsulta y discriminatoria, va a afectar a los agricultores del valle de Santa y por otro lado va a poner en riesgo la factibilidad del proyecto de irrigación Chinecas.

Desde la época de los añorados jueces de agua, la distribución de este recurso natural  se basa en el principio de equidad y racionamiento, sin favoritismos de  ninguna clase. Pero lo que está sucediendo con las aguas del río Santa es exactamente lo contrario.

Sin dar tantas vueltas al asunto, la solución que exige el problema creado por Chavimochic y las medidas que se tengan que tomar para corregir la situación, están en menos de la Autoridad Nacional del Agua. Para eso ha sido creado este organismo. La idea de conformar una mesa técnica de alto nivel para arribar a buen puerto, podría más bien dilatar el problema. La Autoridad del Agua es una instancia que posee las atribuciones para zanjar situaciones como ésta sin tanta pérdida de tiempo. De no ser así, el barraje construido por Chavimochic podría convertirse para la agricultura de Santa en un nuevo muro de los lamentos.