Editorial

UN HOSPITAL BAJO AMENAZA DE ABORTO

El Progreso:

A diez meses de haberse iniciado la ejecución del nuevo hospital El Progreso  y con un avance a la fecha de apenas el 10 por ciento, esta obra por la que tanto ha luchado Chimbote  se encuentra en este momento paralizada y abandonada, sin que ninguno de los organismos comprometidos salgan a brindar una explicación al respecto. Los únicos que lo han hecho son los dirigentes del pueblo joven El Progreso y de la Federación Médica de Ancash.

La empresa china encargada de ejecutar la obra, cuyo denominación es Consorcio de Salud Progreso, ha optado por no dar señales de vida y si lo ha hecho es únicamente para retirar su maquinaria y herramientas de trabajo, dejando asimismo a decenas de trabajadores impagos y sin saber a qué atenerse.

De acuerdo con el contrato firmado el 2 de julio del 2021 entre el consorcio chino y el Programa Nacional de Infraestructura de Salud, PRONIS,  la construcción del hospital debería  ejecutarse en un plazo de 15 meses, que vence el 2 de octubre del  presente año.  Pero hasta el pasado 30 de marzo, fecha en que la Federación Médica de Ancash  denunció ante la opinión pública la paralización de la obra, ésta solo había alcanzado un insignificante 10 por ciento.

Si no fuera por todo lo que sucede en Chimbote en materia de obras abandonadas y paralizadas,  es posible que el caso del hospital El Progreso  hubiera sido tomado como un imponderable o gajes del oficio, de esos que nunca faltan en toda obra o acción humana. Por nada del mundo hubiera sido motivo de tanta preocupación ni alarma. Pero, empezando por el extraño silencio que rodea a esta paralización, creemos que sí existe más de una razón para exigir no solamente una explicación sino también el inmediato reinicio de la obra.

El  mismo 30 de marzo, en el momento de dar a conocer  esta inexplicable situación, el presidente de la Federación Médica de Ancash, Leandro Pérez Rodríguez,  propuso al PRONIS la inmediata  rescisión del contrato así como la ejecución de la respectiva carta fianza. Como bien sabemos, todo eso está debidamente acordado entre ambas partes  y es materia de fiel cumplimiento. ¿Qué se está esperando?. Por un tropiezo, el mundo no puede detener su marcha.

Un caso de esta naturaleza ya no es motivo para tirar la toalla. Ahora se resuelve sin tantas evasivas ni mayor pérdida de tiempo. Los trámites ya no caminan a pie como antes. Ahora son prácticamente inmediatos, salvo artificios premeditados.

Lograr que se apruebe y financie la construcción del hospital El Progreso, le ha costado a Chimbote más de 40 años de agotadoras gestiones.  Este nosocomio está destinado a brindar atención primaria y especializada a un universo de 80 mil pobladores, que hace mucho tiempo reclaman un mejor servicio de salud. Un solo día de retraso puede significar para ellos toda una eternidad.

Confiamos, por eso, que ante tantas evidencias  ya no caben más excusas. Si el consorcio chino ha decidido llevarse sus maquinarias y herramientas, significa que ya que no quiere continuar con la construcción del hospital. Más claro ni el agua. Queda entonces en manos de PRONIS, en su condición de unidad ejecutora, dar por rescindido el contrato y encargar la ejecución de la obra a otro contratista. Así de simple. El hospital El Progreso no puede mantenerse un día más bajo amenaza de aborto.