Opinión

¿CÓMO SOÑAMOS ÁNCASH AL 2050?

Por: Juana Janet Peláez Castillo (*)

Áncash tiene la particularidad de comprender espacios geográficos de costa, sierra y una pequeña parte de la selva, los cuales requieren de una atención igualitaria, descentralizada e integral para un mejor desarrollo y una buena calidad de vida de todos sus habitantes. ¿Cómo sueño a mi querida Áncash, el lugar donde he nacido y seguramente donde nacerán mis futuros hijos, de aquí al 2030?

En el marco económico, es imperativo que las autoridades y funcionarios que vayan asumiendo los cargos importantes tanto en el Gobierno regional, de las provincias y distritos, sean profesionales competentes, y con una conducta ética, intachable. En cuanto a los emprendimientos, se requiere más apoyo en favor de nuevos, cuyo efecto sea la creación de más puestos de trabajo y fomente a la pequeña y mediana empresa. Por otro lado, nuestra región tiene el privilegio de contar con lugares turísticos atractivos, una exuberante diversidad de recursos naturales y arqueológicos y la existencia de culturas vivas y riqueza gastronómica. Entonces sería óptimo más propuestas para fomentar el turismo interno.

Con respecto a salud, sueño que mi región se brinde una mejor atención médica a todos los ancashinos sin distinción. Que la falta de recursos económicos no sea motivo para ser excluidos de este vital servicio. Espero que, en aquel entonces, todas las postas médicas y centros de salud estén adecuadamente implementados con equipamiento, medicamentos, los profesionales y médicos necesarios. Además, que estos muestren empatía y tengan un buen trato con todos los pacientes.  Que no ocurra la típica situación que el ciudadano más pobre no reciba la atención que requiere, y aquel que tenga una mejor posición económica asista a centros privados.

Desde la educación, confío que mi región ya no siga apareciendo entre los últimos lugares en las evaluaciones censales en las áreas curriculares básicas. Aspiro a que las escuelas estén bien implementadas en cuanto a su infraestructura, acceso a internet y con docentes muy bien capacitados para formar a los nuevos hombres y mujeres, ciudadanos comprometidos con su progreso individual y colectivo. Áncash necesita de nuevas generaciones formadas integralmente. Considero relevante que se cierren las brechas educativas. Durante la pandemia, se originó una brecha digital que impactó a decenas de miles de niños y jóvenes, especialmente de zonas rurales y áreas vulnerables, afectando directamente su derecho a una educación inclusiva y de calidad.

De la misma manera, considero pertinente tomar en cuenta la lucha contra la corrupción. Sueño que no se vuelva a repetir la misma oscura historia de la época de corrupción, en la que las autoridades electas olvidaron sus ofrecimientos y desviaron sus propósitos cayendo en diversos actos de corrupción, hoy están purgando su condena detrás de los barrotes. Espero que las autoridades, que asuman al poder no busquen su beneficio propio y se conviertan en celosos cuidadores de los presupuestos destinados a las obras públicas. Para luchar contra esa detestable lacra, se requiere fortalecer los equipos especiales de alto nivel de lucha contra la corrupción del Poder Judicial y del Ministerio Público.

Finalmente, considero que los sueños no deben quedar solo en sueños, como decía Calderón de la Barca. Quiero que mis sueños, para con mi región, se hagan realidad. Estoy segura de que los jóvenes de mi generación comparten también mi sueño, pues ya es tiempo de como decía Gonzales Prada, “Vengan los árboles nuevos, a dar frutos nuevos”.

(*) Estudiante del 5to de secundaria del Colegio Santa María de Cervelló.