Editorial

MAL DE SALUD

Hospitales de la región:

Hace dos días, los médicos que laboran en los tres hospitales más importantes de la región Ancash realizaron un paro de 24 horas para exigir a las autoridades del gobierno regional la solución de una serie de problemas que afectan el normal funcionamiento de estos nosocomios, entre los que destaca el incumplimiento del pago de sus haberes. Por increíble que parezca,  un total de 60 médicos y 500 trabajadores asistenciales y administrativos no reciben sus mensualidades desde el mes  de febrero del presente año.. ¿Se puede en estas condiciones ofrecer y garantizar un buen servicio de salud a la población?. Desde luego que no.

De un tiempo a esta parte, ese es el problema que afecta a los hospitales  Eleazar Guzmán Barrón y La Caleta de Chimbote y Víctor Ramos Guardia de la ciudad de Huaraz, lo mismo que a los demás establecimientos  de salud de la región donde últimamente el servicio que se ofrece a la población ha desmejorado ostensiblemente y deja mucho qué desear.

Conforme lo han  referido los gremios que agrupan al personal médico y administrativo, el origen de esta problemática radica, por un lado,  en el nombramiento compulsivo de directores y funcionarios de confianza que solo vienen a cumplir determinadas consignas y, por otro, en el direccionamiento de la compra de insumos y la contratación de servicios, todo ello a cargo de una élite vinculada a un partido político, que opera en estrecha coordinación con los altos mandos del gobierno regional.

A esa élite, liderada por funcionarios golondrinos, se atribuye dicho nombramiento y direccionamiento que ocasionan más de un desencuentro con el personal de las redes de salud Pacífico Sur y Pacífico Norte y, por correlación, con los médicos y trabajadores administrativos de los hospitales Regional,  La Caleta y Ramos Guardia.

Pero no solamente es eso. En vista que esta élite maneja a su antojo la contratación de dicho personal, ya sea bajo el sistema CAS ú otra modalidad laboral, lo cierto es que es ahí donde aparece la madre del cordero y por consiguiente se origina el problema de la falta de pago. En el marco de una administración correcta, la contratación de un servidor bajo cualquier modalidad laboral, solo puede llevarse a cabo siempre y cuando exista el respaldo de un presupuesto. Pero si en el camino este presupuesto se utiliza para pagar otros conceptos, entonces surgen problemas como el que en este momento ha dado lugar al paro de 24 horas.

Por ese motivo, llama la atención que ante la frecuencia de estos reclamos laborales que afectan a miles de usuarios del servicio de salud, los organismos de control  interno y externo  del gobierno regional  no se den por enterados o simplemente prefieran  mantener los ojos y  oídos cerrados; total ya están con un pie en el estribo, lo que de ninguna manera los exime a tener que rendir cuenta de sus actos, así tengan que bajarlos del caballo.

Es realmente inadmisible que esto tenga que suceder con el servicio de salud, que ya bastante ha padecido con el manejo corrupto del millonario presupuesto destinado para la lucha contra la pandemia y ahora tenga que pagar las consecuencias por la falta de pago al personal de salud.