Editorial

PESCA SI, MATANZA NO

“Al que le cae el guante que se lo chante” dice un viejo refrán popular y eso es lo que  al parecer ha sucedido con un numeroso grupo de pescadores artesanales de Chimbote,  Coishco, Samanco y  Los Chimus.  El martes de la presente semana estos hombres de mar realizaron  una marcha  de protesta contra la aprobación del proyecto de ley N°196/2021 del Congreso de la República, el cual propone incluir los delitos de extracción y tráfico ilegal de flora y fauna  (terrestre y acuática) dentro de los alcances de la Ley 30077, Ley Contra el Crimen Organizado.

El dictamen del referido proyecto de ley ha sido aprobado por unanimidad por los miembros de la Comisión de Justicia y Derechos Humanos y la propuesta es, en efecto, incluir como crimen organizado el delito de pesca depredatoria  e indiscriminada que algunos pescadores artesanales realizan sin respetar temporadas de veda ni  zonas autorizadas, llegando incluso a utilizar explosivos.

Por sentido común, se esperaba que los pescadores artesanales iban más a salir a expresar su respaldo a esta iniciativa del Congreso. Se entiende que ante los efectos de cualquier medida que ponga orden en esta actividad, ellos van a ser los más favorecidos. No se explica sin embargo porque tienen que sentirse aludidos cada vez que se pone el dedo en la llaga de la pesca ilegal y depredatoria. No olvidemos que son ellos precisamente quienes sufren las consecuencias cada que embarcaciones de pesca industrial invaden las zonas reservadas para la pesca artesanal.

Lo cierto es que en más de una oportunidad, pescadores y embarcaciones artesanales han sido objeto de una severa sanción penal justamente por haber incurrido en este delito. La comercialización de especies en edad juvenil,  que se aprecia en diversos mercados de la ciudad, y el desvío de estas especies a plantas procesadoras clandestinas es algo que ve más de los días. Haríamos mal en negar esta depredación y cerrar los ojos a la realidad.

Haciendo eco a la iniciativa del Congreso de la República,   anteayer jueves la titular de la Fiscalía Provincial Especializada en Materia Ambiental del Santa, Evelyn Lamadrid  Vences, invitó a su despacho a dirigentes de los gremios de pesca artesanal de Chimbote, Coishco, Samanco. Lo hizo para deslindar los mitos y realidades  respecto a la decisión de incluir la extracción y comercialización de pesca ilegal dentro de los alcances de la Ley Contra el Crimen Organizado. El que no la debe, no la teme.

En dicha reunión, la representante del Ministerio Púbico redundó en algo que es sumamente necesario. Dijo que la modificación de la ley permitirá penalizar todo acto que atente contra la conservación y el aprovechamiento racional de los recursos naturales, como por ejemplo la pesca con explosivos. Esto ya no es pesca. Esto ya equivale a una matanza  que degrada el ecosistema marino,  provocando además irreparables  daños al medio ambiente.

Y para no dejar cabos sueltos, la fiscal Lamadrid ha dicho que entre estos delitos también se ha considerado la construcción ilegal de nuevas embarcaciones pesqueras, lo mismo que el tráfico de licencias de pesca falsas así como el desvío de  la pesca de anchoveta hacia plantas ilegales, en algunos casos vinculadas al lavado de activos.

No está demás recordar que en esa misma línea se hallan los extractores ilegales de flora silvestre que diariamente depredan  los humedales de Villa María. A pesar de haber sido plenamente identificados y ser además los causantes de pavorosos incendios forestales, deja mucho qué desear que hasta hoy estas personas no hayan sido objeto de una merecida sanción.