Editorial

UNA TRANSFERENCIA PARA CRUZAR LOS DEDOS

Cuando faltan exactamente dos semanas para  conmemorar el 116° aniversario de la creación política de Chimbote, nada puede ser motivo de tanta decepción y amargura para la población local que el triste espectáculo que ofrecen las cinco primeras cuadras de la avenida Pardo, una obra a cargo de la municipalidad provincial del Santa que hace más de dos meses se encuentra paralizada y abandonada a su suerte, sin que exista de por medio siquiera una explicación.

Conforme lo han referido a este medio los viejos chimboteros que suelen  reunirse en  este concurrido lugar, es la primera vez que el primer puerto pesquero del mundo se apresta a celebrar su fiesta oficial en estas condiciones tan  deplorables.  Es como celebrar una fiesta de cumpleaños y recibir a los invitados con  la sala de la casa en escombros y convertida en un verdadero desastre.  Si esto sucede con el espacio urbano más emblemático de Chimbote,  equivalente a la vitrina de la ciudad, es fácil de imaginar la suerte que pueden correr otros lugares ahí donde la procesión va por dentro.

La remodelación de la avenida Pardo, la misma que debió ser concluida a más tardar el pasado mes de octubre, es una de las obras paralizadas que la gestión del alcalde saliente Roberto Briceño se apresta a dejar en manos de la gestión del alcalde entrante Luis Gamarra Alor, una bomba de tiempo.  Y así tendrá que figurar en al acta del proceso de transferencias cuya puesta en marcha tuvo lugar el jueves de la semana pasada. Eso significa que, más allá de un procedimiento   protocolar, en el caso de Chimbote esta transferencia es un albur que necesita ser encarado con los dedos cruzados. Hasta hoy, nadie sabe a ciencia cierta qué tan pesada será la mochila que este fin de año pasará de uno a otro hombro.

En sendos informes elaborados por la Contraloría General de la República, esta y otras obras han sido objeto de serias observaciones de las que no se tiene conocimiento si ya han sido levantadas o no. A su vez el Ministerio Púbico ha iniciado un proceso de investigación cuyos resultados también se desconocen. ¿Qué ha hecho Chimbote para merecer todo esto?  ¿Tanto puede haberse equivocado la población a la hora de elegir a sus autoridades?.

En paralelo, existe otro tema de gestión municipal que tampoco puede pasar por desapercibido. Igual que los tres años anteriores, en el 2022 la municipalidad provincial del Santa no ha sobrepasado el 30 por ciento en la ejecución  del presupuesto destinado para obras públicas. Un record que ubica a la comuna local en uno de los últimos lugares a nivel nacional.

Exactamente lo mismo sucede con  los recursos del canon minero y, según  se desprende de los informes emitidos por el Ministerio de Economía y Finanzas,  la única razón por la que no se ejecuta el 70 por ciento de estos cuantiosos recursos es la falta de capacidad de gestión. Millones de soles regresan a las arcas del estado como si la provincia del Santa no necesitara de obras y servicios para elevar su calidad de vida. Esta historia tiene que cambiar.