4 años de ineficiencia municipal:
Durante los cuatro años que se ha mantenido al frente de la Municipalidad Provincial del Santa, la gestión edil encabezada por el arquitecto Roberto Briceño Franco solo ha ejecutado en promedio el 26.95% del presupuesto asignado para la ejecución de obras públicas; porcentaje que no necesita de mayores comentarios para poner de manifiesto un irrisorio nivel de eficiencia y capacidad.
Conforme lo informa el Portal de Transparencia Económica del Ministerio de Economía y Finanzas, desde enero del 2019 hasta diciembre del 2022 la gestión del arquitecto Briceño ha tenido a su disposición un presupuesto (PIM) de S/ 836’020,512; suma que tranquilamente hubiera permitido modernizar la provincia y mejorar sus servicios básicos, tal y conforme lo ofreció durante su campaña electoral.
Sin embargo, la gestión del saliente alcalde Roberto Briceño solo ha ejecutado S/ 222’813,802. Apenas la cuarta parte. Lo que quiere decir que S/ 614’106,710 han revertido a las arcas del estado a la espera de una mejor oportunidad. ¿Se puede llamar a eso eficiencia y capacidad de gestión?
Para el común de la gente, la ciudad de Chimbote y sus alrededores se encuentran en igual o peor situación que hace cuatro años. Hace ya varios quinquenios que la Municipalidad Provincial del Santa no es capaz de realizar una obra de impacto en su jurisdicción. Según el mismo Portal Transparencia Económica del MEF, la construcción de la avenida Costanera, la misma que debió ser concluida los primeros días del pasado mes de octubre, tiene un avance del 81%. Nadie sabe asimismo en qué situación van a quedar las cuatro cuadras del bulevar Isla Blanca que aún faltan remodelar, no obstante que el presupuesto inicial fue incrementado hasta en cinco veces.
Tampoco se sabe a ciencia cierta en qué situación van a quedar las cinco primeras cuadras de la emblemática e histórica avenida Pardo, que desde hace cuatro meses se mantienen destruidas y convertidas en letrina pública. ¿Desde cuándo una municipalidad paga a un contratista para que destruya su principal arteria y la deje abandonada a su suerte?.
Como en ninguna otra gestión, ha sido durante la gestión del arquitecto Briceño donde muchas obras han sido licitadas con insólita premura, para luego quedar solo en la colocación de la primera piedra. Algunas obras que extrañamente se han modificado cuando ya estaban en plena ejecución, dando lugar a sucesivos incrementos presupuestales, ampliación de plazos y finalmente paralización de los trabajos.
Pero también se han producido hechos aparente intrascendentes pero que dicen mucho de la falta de respeto e identificación con la ciudad. Como se puede ver, el Pabellón Nacional y la Bandera de la Paz que se izan los domingos en la Plaza de Armas, son una ofensa mayúscula. Han perdido por completo sus colores originales y sus bordes lucen vergonzosamente deshilachados.
No se sabe asimismo porqué razón el Escudo de Chimbote que aparece en la Bandera de la Ciudad y que es un símbolo oficial, ha sido grosera e inconsultamente modificado. Tal como está, esa bandera es írrita y un atentado contra la identidad cultural de Chimbote. Por si fuera poco, la soguilla que sirve para que las autoridades e invitados especiales icen estas banderas, es un verdadero asco, un hecho indigno para una ceremonia oficial. Reemplazar estos enseres de tanta significación, le costaría al municipio mucho menos de lo que paga por alquilar un conjunto musical para la inauguración de una losa deportiva.
Volviendo al tema del bajo nivel de ejecución presupuestal alcanzado por la gestión municipal saliente, es de esperar que la nueva gestión que encabeza el Ing. Luis Gamarra Alor vuelva a poner a la provincia del Santa sobre rieles. No utilizar 614 millones de soles por falta de capacidad , es algo que no se debe repetir jamás.