Editorial

¡CAMBIEN LA HISTORIA!

El nuevo gobernador regional, igual que los nuevos alcaldes provinciales y distritales recién acaban de juramentar sus cargos, por tanto la única opinión que podríamos adelantar sobre su futura labor, solo puede tener como fundamento las palabras que han pronunciado en su discurso de  toma de mando. Eso quiere decir que, por ahora,  por sus palabras los conoceréis.

En su primer discurso oficial, el gobernador regional Fabián Koki Noriega Brito, no ha dudado en anunciar la construcción de un hospital especializado materno infantil en la ciudad de Huaraz y un  hospital oncológico en la ciudad de Chimbote. Sin embargo no ha precisado si ya tiene en el escritorio algún estudio o perfil técnico que refuerce esta promesa para que no quede flotando en las nubes de la fantasía. Tampoco  ha dicho una sola palabra con relación a proyectos de desarrollo regional que en definitiva  son la razón de ser del organismo que ahora representa. Aunque enfatizó que asfaltará todas las carreteras de la región.

A este respecto, no es ninguna novedad que a estas alturas el gobierno regional de Ancash haya perdido por completo  la visión de futuro y desarrollo regional, que es su verdadera razón de ser. Desde hace mucho tiempo, se ha convertido en una suerte de municipalidad regional, que compite con las municipalidades provinciales y distritales en la construcción de pistas y veredas, incurriendo  flagrantemente en una perniciosa y distorsionada  duplicidad de funciones. Dentro de ese contexto, los grandes proyectos llamados a elevar la calidad de vida y generar desarrollo sostenido, han desaparecido en la agenda del gobierno regional, en las gestiones anteriores.

Por su parte, el alcalde de la municipalidad provincial del Santa, Ing.  Luis Gamarra Alor, optó por iniciar su alocución dando a conocer la complicada situación económica e institucional en la que ha encontrado a la comuna, motivo por el cual  fue enfático en señalar que en su gestión no habrá borrón ni cuenta nueva. El número de obras paralizadas y mal ejecutadas que existen en este momento, lo dice todo.  En ese sentido, el alcalde provincial invocó la intervención de los organismos fiscalizadores del estado para que contribuyan a esclarecer  esta complicada situación y le permitan llevar a cabo su plan de trabajo sin tener que tropezar con bombas de tiempo ni piedras en el camino

Por su parte,  el nuevo burgomaestre del distrito de Nuevo Chimbote, Walter Soto Campos,  precisó que en los primeros cien días de gestión, pondrá especial énfasis en fortalecer  las acciones de limpieza pública y seguridad ciudadana, que son el talón de Aquiles del distrito   neochimbotano.

Ante este escenario, las palabras de las tres nuevas autoridades  coinciden plenamente con al sentir de la ciudadanía:  es hora de cambiar por completo esta historia. Ya bastante ha soportado la población con escándalos de corrupción, obras sobrevaluadas y promesas que han terminado en una gran burla.

Si se lo proponen, estas autoridades pueden realizar ese cambio. Puede que cuatro años sea un tiempo relativamente corto para lograr ese objetivo, pero por lo que se ha podido ver en otras regiones y municipalidades, es suficiente para iniciar e impulsar el gran cambio. No todo depende del presupuesto. Tanto o más importante que eso es la capacidad de gestión, la identificación con la comunidad y, sobre todo, el factor honestidad. ¡Cambien la historia, por favor!.