Editorial

ANUNCIOS DE DESALOJO SON PURA FINTA

Cebicherías siguen en vía pública:

Ante la queja de los vecinos y la denuncia de los medios de comunicación, días antes de terminar la gestión del ex alcalde Domingo Caldas Egúsquiza, personal de la municipalidad distrital de Nuevo Chimbote acudió hasta las instalaciones de la cebichería “Mil Sabores II” para imponer, según declararon a la prensa, el principio de autoridad.  Pues los propietarios del mencionado establecimiento, no se sabe con autorización de quien,  habían construido una ampliación de su local en plena vía pública, a un costado de la avenida Pacífico, exactamente frente al depósito  de la municipalidad neochimbotana.

Conforme informamos en este medio, los funcionarios municipales entregaron en esa oportunidad sendas notificaciones a los infractores y anunciaron que en las próximas horas la construcción ilegal iba a ser demolida.  La noticia, como era de esperarse, fue muy bien recibida por la opinión pública y por un momento la población volvió a creer que las autoridades municipales tenían los pantalones bien puestos.

Desde entonces ha transcurrido  más de un mes y la construcción ilegal no solo se mantiene en plena vía pública,  como si nada hubiera pasado,  sino también se ve que ha sido  considerablemente mejorada con la colocación de mesas, sillas e instalaciones eléctricas. Además de ocupar todo el ancho de la vereda, también ocupa la mitad de la pista. Tal parece que el mensaje de los propietarios del establecimiento es muy claro: “de aquí no me saca nadie”.

Entre tanto, los vecinos que tienen sus viviendas en las inmediaciones de este local, se ven obligados a caminar por la pista, exponiendo su propia integridad. Eso quiere decir que,  para la gestión anterior y la actual, la seguridad ciudadana es lo de menos.  La demolición de la que se habló hace más de un mes fue pura finta, una burla que no se puede aceptar ni pasar por alto.

Pero no solamente es eso. El solo hecho que este local se mantenga en un lugar prohibido, es una puerta abierta para que se imponga la ley del “yo también”. Si se permite que una cebichería funcione en plena vía pública, por analogía otras más van a exigir el mismo derecho.

Y así lo estamos viendo a todo lo largo de las avenidas Pacífico, Argentina, Brasil y otras arterias principales de  Nuevo Chimbote. Son decenas los establecimientos de comida que ocupan espacios de uso público, con instalaciones eléctricas expuestas al aire, desconociéndose   cómo es que sus propietarios han obtenido certificado de Defensa Civil y licencia de funcionamiento.

En más de una oportunidad, la gestión anterior aseguró que esto se iba a corregir de inmediato, pero la actual gestión ya va a cumplir un mes y, como se puede ver en el caso de la cebichería “Mil Sabores II”, todo hace suponer que los anuncios de poner orden aún están por llegar.