Editorial

HAY QUE EVITAR QUE EL CANON SE DESPERDICIE

No es la primera vez que se habla  con absoluto convencimiento respecto a la necesidad de crear un organismo estatal, con plena autonomía y solvencia ejecutiva, que se encargue de utilizar los miles de millones del canon minero que la mayoría de gobiernos regionales, municipalidades y universidades  se dan el lujo de no utilizar. Ya en agosto del año pasado, funcionarios vinculados al Ministerio de Economía y Finanzas formularon públicamente una propuesta similar.

Tal como lo hemos dado a conocer en nuestra edición de ayer, esta vez ha sido el Economista Jefe del Consejo Privado de Competitividad,  Pedro Herrera Catalán, quien con fundados argumentos ha dado a conocer el planteamiento de dicha entidad como es  la necesidad de crear unidades especializadas en la elaboración y ejecución de proyectos y evitar de esa manera que el canon minero se siga desperdiciando.

En declaraciones exclusivas a este medio, Herrera Catalán ha complementado su iniciativa proponiendo que estas unidades especializadas actúen con las mismas prerrogativas y demás facultades con las que viene actuando, por ejemplo, la Autoridad Autónoma de Reconstrucción con Cambios.

Ha dicho asimismo que unidades bien pueden ser de cobertura macro regional, debiendo necesariamente acreditar prácticas y estándares internacionales que permitan formular y ejecutar proyectos debidamente fundamentados, en los que por supuesto no aparezca el menor indicio de corrupción.

En el trascurso de la entrevista, fue inevitable citar como ejemplo la municipalidad del distrito de San Marcos de la provincia de Huari, que es a nivel nacional la que más dinero recibe por concepto de canon minero; pues es ahí donde tiene su sede el centro minero Antamina, actualmente el mayor productor de cobre del país.

Solo en el 2022, San Marcos dispuso de 976 millones de soles para la ejecución de obras, servicios y proyectos a favor de sus pobladores, pero de esa cuantiosa suma de dinero solo ha utilizado el 30%. Lo que significa que, de cada 10 soles que recibe al año, la municipalidad de San Marcos solo utiliza 3.

Es incongruente y hasta absurdo que esto suceda en Ancash, la región que más canon recibe en todo el Perú. A pesar de este milagro económico, el 2022 el nivel de pobreza de los ancashinos ha retrocedido 11 años al haber registrado la inquietante cifra de 40%, mientras que 4 de cada diez niños menores de seis años se mantienen atrapados en las garras de la anemia infantil.  No es posible morir de sed habiendo tanta agua.

Como bien lo ha dicho nuestro entrevistado, dinero hay. Lo que no hay son buenos proyectos ni capacidad de gestión. En otras palabras, si falta pan en la mesa de los ancashinos, no es porque falte harina en el mercado sino porque los panaderos no saben hacer la masa y porque el dueño del horno tampoco es capaz de encenderlo.  Algo se tiene que hacer, y con urgencia, para evitar que el canon minero se siga desperdiciando.