Editorial

DE DERRUMBE EN DERRUMBE

Obras municipales:

En menos de dos meses, dos obras municipales que se ejecutan con una inversión que supera los 23 millones de soles y que a la fecha ya deberían estar completamente terminadas, han sufrido  el vergonzoso derrumbe de sus estructuras  poniendo en evidencia  un deficiente  proceso de ejecución y calidad constructiva.

Primero fue la caída el pasado mes de enero de más  de 40 metros del muro de concreto que protege la avenida Costanera, una obra valorizada en más de 20 millones de soles que se inició el 6 de diciembre del 2021 y que debió estar  concluida a más tardar el 6 de agosto del 2022. Hasta donde se ha podido conocer,  la obra se mantiene paralizada con un avance que no supera el 60 por ciento.

El segundo caso ha sido la caída hace dos días de las estructuras de fierro del Complejo Deportivo del pueblo joven San Juan, obra que se ejecuta con un presupuesto de 3 millones de soles y que se inició en noviembre del 2022, con un plazo de ejecución de 90 días, lo que quiere decir que debió estar  concluida a mediados de febrero. Pero, según se ha informado, a la fecha la obra tiene un avance que tampoco supera de 60 por ciento.

A pesar que no existe un informe técnico oficial al respecto, todo parece indicar que la caída del muro de la avenida Costanera se debería a la falta de un enrocado de protección,  propio de todas las obras de esta naturaleza que se construyen a la orilla del mar. Para buena suerte, por decir lo menos, los muros cayeron a la arena durante la madrugada, cuando afortunadamente nadie transitaba por la avenida. ¿Se imaginan lo que habría sucedido si el percance se hubiera producido durante las horas del día y con la presencia de  transeúntes?.

En el caso del complejo deportivo, las pesadas estructuras metálicas son para sostener el techo  de las tribunas de espectadores. Como se puede apreciar en las fotografías que publicó ayer el Diario de Chimbote,  las estructuras  estaban siendo colocadas superficialmente, sin el requisito indispensable de ser ancladas al piso. ¡En que cabeza pudo caber semejante temeridad! .  ¿Así está especificado en el  expediente técnico?. La caída de las estructuras dejó como saldo dos obreros heridos de consideración. Pero ¿qué habría pasado en caso que las tribunas hubieran estado llenas de espectadores?.

Que esto suceda en menos de dos meses y con dos obras ejecutadas por una misma municipalidad, no puede ser un hecho fortuito ni producto de la casualidad. Muchas rarezas deben permanecer ocultas en la gestión de ambas obras;  desde la elaboración del expediente técnico hasta el proceso de licitación y adjudicación.

Esto, demás está decirlo, es una humillación que  Chimbote no merece y que sus autoridades no deben permitir. ¿Para qué están los órganos de control y la fiscalía de prevención del delito?. Ya bastante hemos tenido con obras pésimamente ejecutadas y otras que permanecen paralizadas y abandonadas, como para seguir soportando que la ciudad  se precipite de derrumbe en derrumbe.