Triste realidad:
No le tembló la mano y tampoco faltó a su palabra de no aceptar en su gestión aquello de borrón y cuenta nueva. El martes último, en una decisión que muchos han aplaudido, el alcalde de la municipalidad distrital de Nepeña, Manuel Figueroa Laos, acudió ante la Fiscalía Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de la provincia del Santa para presentar una denuncia penal contra su antecesor, el ex alcalde Pedro Carranza López. La acusación tiene como sustento las graves irregularidades advertidas por la Contraloría General de la República en la construcción del hospital de San Jacinto, las mismas que la gestión de Carranza López ignoró por completo y han dado lugar a la paralización de la obra.
En un primer informe elaborado entre el 30 de septiembre y el 06 de octubre del 2022, los inspectores de la Contraloría advirtieron al entonces burgomaestre Pedro Carranza acerca de dichas irregularidades, todas ellas detectadas luego de analizar el expediente técnico de la obra. La construcción del hospital, como se sabe, es financiada por la Autoridad de Reconstrucción Con Cambios con un presupuesto de 50 millones 463 mil soles y tiene como unidad ejecutora a la municipalidad distrital de Nepeña.
Una de las irregularidades se refiere a que, de los 6500 metros cuadrados que abarca el terreno destinado para la ejecución de esta obra, 1500 no se están legalmente saneados y en la Superintendencia de Registros Públicos aún aparecen como propiedad de la empresa azucarera San Jacinto. No es exagerado mencionar que hasta el más modesto ayudante de albañil sabe perfectamente que ninguna obra pública puede ejecutarse en un terreno de propiedad privada.
Otra de las advertencias que la Contraloría hizo saber en forma oportuna al ex alcalde Carranza López, fue la existencia de una enorme tubería de desagüe que cruza por debajo del terreno y que técnicamente pone en riesgo la ejecución de la obra. ¿Cómo se explica que la ARCC, el PRONIS, la municipalidad de Nepeña y el mismo contratista de la obra, hayan podido pasar por alto estas observaciones?
Sin embargo, a pesar de éstas y otras graves irregularidades, el ex alcalde Pedro Carranza López no se hizo de mayores problemas. Contra viento y marea otorgó la buena pro al Consorcio Diamante Jubers SAC y dio inicio a la obra el pasado 19 de octubre, cuando faltaba escasamente dos meses y diez días de dejar el cargo.
Los problemas saldrían a la luz recién en enero del presente año, cuando la gestión del actual alcalde Manuel Figueroa Laos se negó a pagar las valorizaciones que corresponden a los meses de noviembre y diciembre del año pasado, precisamente luego de conocerse a fondo las irregularidades existentes. Como corolario de todo este desbarajuste, el 24 de marzo Consorcio Diamante Jubers SAC paralizó la construcción del hospital.
Ello no obstante, más allá de los problemas técnicos y legales que existen en torno a esta paralización, sería bueno que los organismos involucrados, y sobre todo el Ministerio Público, se pongan por un momento en la piel de los pobladores del valle de Nepeña. Hace más de treinta años, éstos sueñan con la construcción de este centro hospitalario. Hablamos de la gente que vive en los distritos de Jimbe, Moro, Pamparomás, Nepeña y Samanco, la mayoría de los cuales, por razones económicas y de distancia, no tiene acceso a los servicios de salud. Prueba de ello es justamente el hecho que el gobierno central haya declarado en emergencia al distrito de Nepeña por ser uno de los más afectados por la epidemia del dengue.
Si para corregir esta situación es necesario denunciar a un alcalde, por muy triste que sea nadie se va a oponer.